Las claves sobre el ronquido
Aunque el ronquido de por sí solo no signifique enfermedad, es un problema que suele tener incidencia en la vida de pareja, sobre todo cuando el ronquido es tan fuerte que impide el sueño reparador de la otra persona. Son muchos los adultos que padecen de este problema respiratorio, aunque existen diversos tratamientos e incluso cirugías que lo resuelven.
Ronquidos y apnea del sueño
El ronquido es el ruido producido por la vibración de las estructuras mucosas de las vías respiratorias superiores durante el sueño. Si bien prácticamente todas las personas que presentan un síndrome de apneas durante el sueño son roncadoras, la mayoría de los roncadores no presentan este síndrome.
Causas del ronquido
El ronquido suele deberse a un fenómeno obstructivo a nivel de la nariz, garganta o cuello. Entre ellas debemos destacar por su frecuencia la presencia de una amígdalas y/o adenoides aumentados de tamaño, una posición lingual de implantación posterior o un aumento de tamaño de la lengua y los problemas nasales obstructivos (desviación del tabique nasal, cornetes nasales de gran tamaño, pólipos nasales, rinitis, etc.).
Sin embargo hay que saber que el sobrepeso es la causa más importante del ronquido y que la relajación excesiva de la musculatura faríngea y lingual, a menudo debida al uso de pastillas para dormir o incluso la ingesta de alcohol, aumentan la obstrucción de las vías respiratorias altas. Es importante por tanto una exploración exhaustiva de la vía respiratoria en la evaluación de estos pacientes.
Problemas asociados al ronquido
El ronquido por sí mismo no significa enfermedad, aunque pueda conllevar problemas de pareja cuando su intensidad es tan alta que impide conciliar el sueño a la pareja. Sin embargo, cuando el ronquido acompaña a un síndrome de apneas del sueño sí puede comportar problemas físicos en forma de dolor de cabeza, hipertensión arterial, patología cardíaca y respiratoria o incluso problemas en la actividad sexual.
Por otro lado, también puede ser causa de problemas psíquicos con dificultad de concentración, exceso de sueño, irritabilidad y sensación de embotamiento cefálico.
Tratamientos para el ronquido
En primer lugar es imprescindible el control del peso y evitar los factores agravantes de la obstrucción como los ansiolíticos, el alcohol, las cenas copiosas, etc. Por otro lado hay múltiples tratamientos dirigidos a la causa obstructiva que origina el problema.
Entre estos están diversos sistemas para mejorar la ventilación nasal, desde las tiritas nasales y los dilatadores nasales hasta diferentes técnicas de cirugía nasal, además de férulas orales de adelantamiento lingual y técnicas quirúrgicas para actuar a nivel de las amígdalas y/o adenoides, el paladar y la úvula, la lengua y la mandíbula.
Por último, existen unos tratamientos destinados a mejorar la oxigenación de la sangre y combatir las apneas del sueño, que consisten en dispositivos que envían aire a presión en la via respiratoria, como es la CPAP.
La cirugía del ronquido
El tratamiento quirúrgico está indicado cuando se halla una causa obstructiva que se pueda solucionar mediante un cambio anatómico. Esto puede implicar una reducción o extirpación de amígdalas y adenoides, una corrección del tabique nasal (septoplastia), una reducción de los cornetes nasales (habitualmente mediante radiofrecuencia), una remodelación del paladar y úvula (uvulo-palato-faringoplastia), o incluso a veces una reducción y anteversión lingual.
La cirugía nasal es muy efectiva en la resolución de los factores obstructivos nasales aunque no suele ser suficiente para solucionar un síndrome de apneas del sueño. Sin embargo mediante técnicas relativamente poco agresivas, como son la reducción de cornetes y la septoplastia, se consigue mejorar la ventilación nasal. En personas con un síndrome de apneas del sueño, es necesaria esta buena respiración nasal para que el tratamiento con la mascarilla de la CPAP sea realmente efectivo y produzca las mínimas molestias posibles.
En todo caso, conviene un buen estudio previo para hacer una selección correcta de los pacientes candidatos a estas intervenciones, dado que son frecuentes también las obstrucciones a múltiples niveles en un mismo paciente y una sola intervención podría no ser suficientemente efectiva.