Las malformaciones vasculares cerebrales
¿Qué es una malformación vascular?
Una malformación vascular cerebral es una comunicación anómala entre una arteria y una vena del cerebro. La comunicación normal entre arteria y vena se realiza a través de los capilares. En los capilares se realiza el recambio metabólico donde oxígeno y glucosa pasan al cerebro. En las malformaciones vasculares este tejido es sustituido por otro patológico que se llama nidus que es un conjunto de vasos que no tienen ninguna función metabólica y la sangre arterial pasa directamente a la sangre venosa.
¿Qué causa la malformación vascular?
La malformación vascular cerebral es una alteración congénita, es decir, aparece desde el momento del nacimiento. No es una alteración hereditaria. Esta alteración congénita es debida a un trastorno del desarrollo en el árbol vascular que se produce en un determinado momento del desarrollo embriológico.
¿Cómo sabemos si sufrimos una malformación vascular?
La forma de expresión clínica de una malformación vascular cerebral es la hemorragia cerebral. Esta hemorragia cerebral, dependiendo de su volumen y de la zona del cerebro donde asiente, puede manifestarse como una cefalea más o menos importante o bien una alteración del nivel de conciencia que puede llegar incluso al coma. Este coma puede incluso acompañarse de un déficit neurológico focal como puede ser una hemiplegia. La segunda forma de presentación, por frecuencia, son las crisis epilépticas, que aparecen en pacientes que nunca han tenido una crisis epiléptica. Estas crisis son debidas a un fenómeno de isquemia en la corteza cerebral donde asienta la malformación arterio-venosa. Tanto la hemorragia cerebral como las crisis epilépticas son motivos como para que el paciente acuda a un centro hospitalario. Existe una tercera forma de presentación clínica que es la cefalea. Ésta suele ser importante y persistente en pacientes que nunca habían tenido cefalea o que bien habían tenido una cefalea distinta a la que padecen en ese momento. Estos pacientes consultan con el neurólogo y el neurólogo puede sospechar que haya un fenómeno de hipertensión craneal y puede incluso detectar que tiene un edema de papila. Tanto lo tenga como si no, prescribe la realización de una resonancia magnética que es la prueba ideal para diagnosticar una malformación arterio-venosa. Una vez que esa malformación ha sido diagnosticada suele complementarlo con un análisis arteriográfico, y con estas dos pruebas envía al paciente al neurocirujano.
En qué consiste el tratamiento?
El tratamiento de las malformaciones vasculares cerebrales es fundamentalmente quirúrgico. En la actualidad es un equipo multidisciplinar el que se ocupa de dicha patología. Este equipo está formado por neurocirujanos, neurólogos, neuroradiólogos intervencionistas y radiocirujanos. El planteamiento del tratamiento varía en cada caso dependiendo del tamaño, de la estructura y de la localización de la malformación vascular en el cerebro. Las malformaciones más sencillas que son las de tipo 1 y las de tipo 2 son exclusivamente quirúrgicas. Las de tipo 3, 4 y 5 el tratamiento puede ser neuroradiológico, mediante embolización del nidus con material que lo trombosa y complementando con la radiocirugía o bien con la cirugía convencional.