“Las nuevas tecnologías han cambiado el enfoque del aumento mamario”
¿Qué tipo de implantes se debe elegir?
Mi opinión particular es rotunda. En los tiempos que corren, generalizando el implante ideal, es un implante anatómico, de gel cohesivo, de duración ilimitada, es decir, que no haya que sustituirlo en 10 años. En este sentido, la prótesis de allergan o la prótesis de mentón, son las más adecuadas.
¿Cómo se lleva a cabo la colocación de los implantes mamarios?
Existen dos aspectos. Por un lado estaría el abordaje, la incisión –existen cuatro incisiones-, las más utilizadas; la periareolar o la inframamaria, es decir, por debajo del pecho, y luego están la axilar y la umbilical también como alternativas. Por otro lado, está el enfoque de a qué profundidad la colocamos. Yo creo que la tendencia actual más avanzada es colocarla lo más profundo posible siempre que no exista una contraindicación.
¿Es necesario guardar reposo tras la intervención?
Esto es precisamente la punta de lanza para educar a nuestros pacientes. El resultado es tan aparente, tan rápido, y el dolor, prácticamente ausente, que el paciente lo toma como que no le han operado. Es fundamental seguir una pauta de reposo durante el primer mes, sobre todo si se ha utilizado una prótesis anatómica. Pensando que el resultado va a ser de por vida, aunque haya un cambio de tamaño, es una inversión que no se puede ignorar.
¿Debe realizarse seguimiento o mantenimiento con el paso del tiempo?
Personalmente, prefiero detectar un problema cuando ocurre porque la solución es mucho más sencilla que dejar correr el tiempo por no realizar un seguimiento y encontrarnos con un problema con una solución traumática o más complicada. Es más, desde que hacemos un seguimiento diría hasta exagerado algunas veces, nos hemos evitado complicaciones y reintervenciones en un 90% de los casos.
¿Cuál es la innovación que más ha revolucionado la cirugía de aumento mamario?
En los 10 últimos años, lo que ha cambiado drásticamente el enfoque del aumento mamario han sido las nuevas tecnologías. En el campo del aumento mamario nos permite una fluidez de conversación y de planteamiento con el paciente que antes no teníamos; es decir, mostrarle con antelación desde un punto de vista tradicional y desde un punto de vista más digital, más computarizado, diversas simulaciones que nosotros le recomendamos o de cómo quedaría de las opciones que ella trae en mente. Esto permite un intercambio de conceptos que al final, aunque parezca mentira, se pierde una hora o dos horas, pero se llega a una comunión paciente-médico prácticamente en el 100% de los casos, que acaba en un gran resultado que nosotros lo hemos traducido en una disminución de intervenciones por descontento escandaloso. Del 30% antes de 2005 hemos pasado prácticamente al 0,5% en la actualidad.