Lo que debe saber sobre las extrasístoles cardiacas
Los especialistas en Cardiología definen la extrasistolia como una alteración del ritmo del corazón, muy frecuente y en general benigna, también conocida como latidos prematuros.
En condiciones normales, un punto situado en la parte posterior del corazón, conocido como nódulo sinusal, inicia la despolarización celular, siendo trasmitida por un sistema de conducción específico a todas las fibras musculares y generando la contracción cardiaca; en cada ciclo cardiaco se repite esta situación, dando lugar a un ritmo regular y estable conocido como ritmo sinusal. Es habitual, sin embargo, que algunos impulsos se originen en algún punto distinto del nódulo sinusal, generando una contracción prematura y una compensación fisiológica en el latido siguiente para mantener estable la cantidad de sangre que sale del corazón.
Síntomas de la extrasistolia
La percepción de esta alteración del ritmo es distinta en cada persona. Muchas veces es asintomática; otras veces se describe como una sensación de vuelco a nivel del corazón o como un latido más intenso que se adelanta y que se continúa con otro tras una pausa más larga de lo habitual.
El momento del día en que aparece también es impredecible, siendo los fases de relajación una de los períodos en que más se perciben.
¿Cómo se estudia?
Durante la exploración física es posible detectar con la auscultación una leve anormalidad en el ritmo cardiaco, que se confirma con la realización de un electrocardiograma.
El latido muestra una figura característica, cuya morfología depende del punto donde se genere la extrasístole. Cuando son latidos más aislados, el holter de frecuencia es la prueba de elección, ya que nos permite estudiar el ritmo cardiaco y cuantificar el número de extrasístoles a lo largo del día.
La ecocardiografía doppler es también recomendable: nos sirve para estudiar las estructuras cardíacas, ya que, aunque en general es un proceso benigno, en algunos casos puede ser la primera manifestación de una cardiopatía subyacente.
Cómo tratar la extrasistolia
La mayor parte de los pacientes no precisan tratamiento y la extrasistolia es un proceso transitorio con períodos de mayor o menor exacerbación. El tratamiento farmacológico se utiliza en los casos más sintomáticos, siendo la familia de los betabloqueantes (propranolol, bisoprolol y atenolol) los más comúnmente utilizados. De forma general se recomienda además evitar las sustancias excitantes, como el café, el tabaco y el alcohol.