Los drenajes hacen la cirugía más segura
Los drenajes quirúrgicos son unos tubos que están conectados a un recipiente cerrado con presión negativa. A través de estos tubos de pocos milímetros se consigue extraer la sangre y otros fluidos que, tras la cirugía, se pueden acumular alrededor del implante mamario.
Estos tubos tienen unos orificios en su extremo distal que se colocan en la cavidad protésica. Por contra, en su extremo proximal se encuentra el recipiente cerrado, que acumulará aquello que se extraiga de esta cavidad.
Función de los drenajes
Los drenajes quirúrgicos están especialmente indicados en Cirugía Plástica en caso de utilizarse implantes mamarios anatómicos, pues disminuyen el riesgo de rotación de los mismos, al conseguir una cavidad seca en la que el coeficiente de fricción del implante rugoso es mayor.
Ventajas y desventajas del drenaje
Las ventajas del drenaje son fundamentalmente una: la seguridad.
Un drenaje hace una cirugía mucho más segura, ya que disminuye el riesgo de complicaciones, el riesgo de rotación y desplazamiento de los implantes, el dolor postoperatorio (puesto que hay menos tensión en la mama), y detecta un hematoma o acumulación de sangre de cantidad considerable alrededor de la mama.
La única desventaja posible es que pueden aumentar el riesgo de contaminación del implante y derivar en una contractura. Por ello, es muy importante colocarlos apropiadamente, no a través del lateral de la mama sino a través de la axila. De esta manera los gérmenes no pueden acceder, puesto que hay un trayecto de 4-5 cm entre el exterior y la cavidad protésica.
Alternativas al drenaje
No existe alternativa al drenaje, o se usan o no se usan. Nuestra política es no utilizarlos en caso de realizarse una mamoplastia con implantes redondos, pero utilizarlos siempre que se empleen implantes anatómicos.