Lupus, la mayoría tienen una evolución muy benigna
El Lupus, más conocido como Lupus Eritematoso Sistémico (de ahora en adelante LES), es una enfermedad autoinmune, es decir, que se caracteriza entre otras cosas por la presencia de auto-anticuerpos (anticuerpos dirigidos contra proteínas de nuestro propio organismo). Afecta a todas las razas, aunque la raza negra es la que padece LES más graves.
La enfermedad tiene una clara predilección por el sexo femenino, ya que lo padecen 9 mujeres por cada varón. La edad de comienzo es también característica ya que aunque puede hacerlo a cualquier edad, normalmente comienza al final de la primera década o bien en la segunda o tercera (18 a 35 años).
Causas del Lupus
Como todas las enfermedades autoinmunes, no hay un único factor que cause el Lupus. En el origen del LES están implicados factores genéticos, infecciosos, hormonales, y probablemente exógenos (ambientales). La enfermedad se desarrolla cuando varios de ellos coinciden en la persona predispuesta.
Síntomas del Lupus
El LES puede afectar a múltiples órganos o sistemas, por lo que los síntomas dependerán del órgano que esté afectado. Por ejemplo:
- La piel, tras una exposición solar es uno de los sistemas que se afecta con frecuencia. El paciente suele consultar tras la aparición de una erupción cutánea en la cara, brazos, tronco o muslos. No obstante, no siempre las lesiones cutáneas aparecen tras exponerse al sol.
- El aparato locomotor también se afecta con mucha frecuencia. El paciente puede tener una artritis muy semejante a la Artritis Reumatoide.
- Puede haber síntomas generales en los brotes, entre los cuales los más significativos son la fiebre alta, el cansancio y los dolores musculares.
- El riñón (los dos) es uno de los órganos que se pueden afectar y que requiere un tratamiento agresivo para evitar la insuficiencia renal. Muchas veces el paciente no tiene afectación renal o ésta es tan pequeña que no requiere tratamiento significativo, salvo un seguimiento cercano.
- La afectación neurológica es otra de las afectaciones graves del LES. Puede dar manifestaciones muy variadas, desde cuadros psiquiátricos hasta enfermedades que originan déficit neurológico.
- Otra de las manifestaciones frecuentes suele ser la presencia de abortos de repetición. En estos casos se suele asociar con la presencia en sangre de unos anticuerpos llamados anti-fosfolípidos.
Diagnóstico del Lupus
El diagnóstico del lupus reside en el cuadro clínico y en la presencia en sangre de una serie de anticuerpos bastante característicos: ANA (en España se suelen denominar AAN: anticuerpos antinucleares), que pueden estar presentes en muchos otros procesos: anti-DNA nativo (característico del LES); anti-Sm (específico del LES pero que aparece en una frecuencia muy baja -20 a 30%-); anti Ro y anti La, también presentes en otras enfermedades autoinmunes.
Tratamiento del Lupus
El tratamiento del Lupus dependerá de la situación clínica de los pacientes y de los órganos afectados. Por la tanto, en modo alguno se puede establecer un patrón terapéutico estándar para combatir la enfermedad.
Un porcentaje alto de LES tienen una evolución muy benigna (especialmente en nuestro entorno) y el tratamiento solo requiere la administración crónica de hidroxicloroquina -(Dolquine es el nombre comercial). Este fármaco -muy antiguo- se ha convertido en un producto esencial para el control de la enfermedad, cuando ésta no presenta manifestaciones graves. Si el paciente tiene síntomas generales o artritis, se pueden asociar antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) o corticoides a dosis bajas.
Cuando la enfermedad tiene complicaciones graves (como por ejemplo, el riñón) habrá que recurrir a los corticoides a dosis medias o incluso altas y eventualmente a los inmunosupresores.
¿Se puede prevenir el Lupus?
La respuesta no ofrece dudas y es NO. No existe hoy en día ningún protocolo médico que esté dirigido a prevenir la enfermedad.