Más allá del estigma: Cannabis Medicinal en el área de la Ginecología
El Sistema Endocannabinoide (ECS) ha ganado mucho interés, comprende enzimas, receptores de cannabinoides y ligandos, es decir, los endocannabinoides (eCB), que se sintetizan de forma endógena, es decir en nuestro organismo.
Los Fitocannabinoides son los que se aíslan del Cannabis Sativa y los Cannabinoides Sintéticos, son los producidos por la industria (sCB). Tanto los Fitocannabinoides como los Sintéticos actúan sobre los receptores de nuestro Sistema Endocannabinoide como los cannabinoides endógenos o los que produce nuestro cuerpo.
Los primeros eCB que se descubrieron fueron la N-araqui donoiletanolamina, más conocida como anandamida o AEA, y el 2araquidonoilglicerol o 2AG, estos son los más conocidos y se producen a demanda por nuestro cuerpo a partir de ciertas enzimas de síntesis, después de la liberación, la inactivación de AEA y 2AG se produce rápidamente mediante otras enzimas denominadas, hidrolasa de ácidos grasos (FAAH) y la monoacilglicerol lipasa (MAGL). A su vez los endocannabinoides actúan sobre receptores, de los cuales el receptor de cannabinoides tipo 1 (CB1) y el receptor de cannabinoides tipo 2 (CB2) representan los receptores cannabinoides clásicos. Estos están involucrados en muchos procesos fisiológicos como el Dolor, la inflamación, el Cáncer y la Hipertensión, así como en Trastornos Neurodegenerativos. El receptor CB1 se ha encontrado en diversos órganos como el corazón, el bazo y las glándulas endocrinas, los sistemas reproductores masculino y femenino, el tracto urinario, incluidos los ovarios, el útero, los testículos, la próstata y la placenta. Mientras que los receptores CB2 se localiza principalmente en los tejidos del Sistema Inmunitario, incluidos el bazo, las amígdalas, el timo y la médula ósea, las células inmunitarias como las células B, las células asesinas naturales, los monocitos, los neutrófilos y los CD8+ y células T CD4+.
Cannabinoides y Endometriosis
La Endometriosis se caracterizada por el crecimiento ectópico del tejido endometrial uterino y suele asociarse con Dolor intenso, el cual se genera a partir de tres mecanismos: nociceptivo, inflamatorio y neuropático. Éstos están relacionados con el SEC, un campo de investigación para el desarrollo de nuevas herramientas terapéuticas en el manejo de este trastorno.
Además, ciertos investigadores han informado últimamente que los niveles de Anandamida y 2-AG en sangre están más elevados en mujeres con Endometriosis.
Otras investigaciones básicas en ratones arrojan que podría estar relacionado el Sistema Endocannabinoide desregulado con el desarrollo de lesiones ectópicas del endometrio, sin embargo, se necesita más evidencia científica.
Cannabinoides y Síndrome de Poliquistosis Ovárica (SOP)
El SOP es una patología endocrina caracterizada por oligoanovulación, hiperandrogenismo y aparición de ovarios poliquísticos en una Ecografía. Afecta aproximadamente al 515% de las mujeres en edad reproductiva.
Los estudios sobre la etiología y la patogenia del SOP se han centrado en la asociación con el Síndrome Metabólico, con pocos estudios hasta la fecha que examinen el impacto del SEC en el SOP. De hecho, las características cardinales del SOP, como la Resistencia a la Insulina y la Obesidad, podrían verse influidas por el SEC. Es bien sabido que el SEC regula el balance energético al regular el apetito, la ingesta de alimentos y el metabolismo de la glucosa.
La presencia de AEA produce hipersecreción de insulina y Resistencia a la Insulina a través de la activación de CB1 en las células de los islotes pancreáticos. Además, la evidencia sugiere que el ECS puede afectar la función ovárica a través de la modulación de las vías involucradas en el balance energético y el control metabólico, ya que la Obesidad se asocia con irregularidades menstruales, oligoanovulación crónica e Infertilidad. La evidencia que utiliza modelos animales de Obesidad, aunque limitada, sugiere una conexión entre el aumento de la adiposidad y la desregulación de AEA y 2AG.
Por otro lado, un estudio reciente de Cui et al tuvo como objetivo establecer un vínculo entre el SEC y el SOP utilizando sujetos no obesos. Dentro del contexto de las fases proliferativa y secretora del ciclo menstrual, el endometrio exhibió niveles significativamente reducidos de FAAH en las mujeres con SOP en comparación con las mujeres infértiles sin SOP que sirvieron como sujetos de control. Dado que la FAAH es la enzima catabólica de la AEA, es posible que los niveles de AEA puedan estar elevados en pacientes con SOP. Estos hallazgos respaldan el papel del SEC en mujeres no obesas con SOP, lo que sugiere que el SEC, principalmente a través del aumento de la AEA sérica y la reducción de la expresión de FAAH endometrial, potencia la progresión del SOP. Es decir, el SEC puede estar íntimamente relacionado con la progresión del SOP, probablemente debido a su papel clave en la homeostasis energética, cuyos componentes podrían ser útiles clínicamente como biomarcadores de Síndrome de Poliquistosis Ovárica.
Cannabis y Síndrome Premenstrual
La menstruación es una experiencia normal y saludable, pero provoca malestar físico, cambios de humor o del estado de ánimo durante semanas anteriores a cada ciclo. Aproximadamente el 75% experimentan el Síndrome Premenstrual, que incluye:
- Irritabilidad
- Tensión
- Estado de ánimo deprimido
- Sensibilidad en las mamas e hinchazón (Wakil et al. 2012)
Los síntomas llegan a ser leves o graves, llegando a impedir realizar actividades diarias.
Cuando se presentan síntomas moderados a graves, asociados con malestar o deterioro congnitivo, se le llama Trastorno Disfórico Premenstrual (TDPM), el cual se da entre el 5-9% de las mujeres. El TDPM se acompaña de:
- Estado de ánimo deprimido o lábil
- Ansiedad
- Irritabilidad
- Ira
- Insomnio o Hipersomnio
- Dificultad para concentrarse
- Letargo
- Cambios marcados en el apetito
- Comer en exceso o antojos de alimentos específicos
- Sensación de estar abrumado o fuera de control
Los síntomas físicos son Dolor Articular o Muscular e "hinchazón" o aumento de peso (Asociación Estadounidense de Psicología 2013), ocurren exclusivamente dos semanas antes de la menstruación y causan un deterioro severo en el funcionamiento diario.
Las opciones de tratamiento para el Síndrome Premenstrual y el Síndrome Disfórico Premenstrual son similares e incluyen intervenciones hormonales, antidepresivos y cambios en el estilo de vida. Algunas opciones han demostrado eficacia, otras aún son cuestionables. Además, muchas de las opciones de tratamiento disponibles conllevan efectos adversos, lo que hace que la selección del tratamiento sea un proceso más complicado. Otros tratamientos menos investigados incluyen intervenciones dietéticas, Psicoterapia, vitaminas como la vitamina B6, calcio/vitamina D y Magnesio.
El cannabis es un tratamiento alternativo no hormonal propuesto para los síntomas premenstruales, que potencialmente ofrece menos efectos secundarios negativos que los medicamentos disponibles actualmente. Se han realizado pocas investigaciones formales para abordar el uso de cannabis en mujeres que padecen SPM/TDPM, pero se ha sugerido como un tratamiento alternativo eficaz y seguro para una amplia gama de afecciones de la mujer, incluida la Dismenorrea (Russo 2002). Como anécdota, el médico personal de la reina Victoria, Sir John Russell Reynolds, le recetó Cannabis para sus molestias menstruales durante toda su vida adulta (Russo 2002). Las investigaciones actuales han descubierto que el cannabis mejora una variedad de síntomas que se superponen con los del Síndrome Premenstrual y el Síndrome Disfórico Premenstrual, incluidos problemas de sueño, irritabilidad, Depresión y Dolor en las Articulaciones (Earleywine 2005; Russo et al. 2007; Russo & Hohmann 2013).
¿Qué consecuencias probadas por estudios tiene el uso de cannabis en la capacidad reproductiva de las mujeres?
Los cannabinoides interactúan con otros sistemas de señalización química, como el eje hipotálamopituitariogonadal. El THC disminuye indirectamente la secreción de la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH) por el hipotálamo. Las consecuencias son diversas y se ven afectadas varias hormonas clave. El receptor CB1 está presente en el hipotálamo y la hipófisis anterior, así como en los tejidos reproductivos, incluidos el ovario y el endometrio. La exposición crónica al cannabis disminuye la secreción pulsátil de la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH) indirectamente al inhibir las neuronas liberadoras de glutamato (glutamatérgicas).
En humanos, el THC reduce las concentraciones de GnRH de manera dependiente de la dosis Además de los niveles plasmáticos de hormona luteinizante (LH) y hormona estimulante del folículo (FSH), el THC también disminuye los niveles de prolactina. Es más probable que las consumidoras de cannabis tengan ciclos menstruales irregulares. Las hormonas sexuales y los endocannabinoides están estrechamente relacionados y en los tejidos uterinos, el estradiol y el sistema endocannabinoide pueden regular las actividades de cada uno. Durante el ciclo menstrual, también hay un cambio dinámico de los niveles en sangre de anandamida (AEA). La actividad de las enzimas metabólicas de los endocannabinoides es crucial para regular los niveles de éstos, desempeñando un papel en el éxito reproductivo En general, existe evidencia de que una síntesis anormal de AEA en el ovario y/o el útero puede ser un factor determinante para la Infertilidad Femenina o el fracaso temprano del Embarazo.
Además, la activación y la sobreexpresión de los receptores de cannabinoides, especialmente CB1, pueden estar involucradas en la fisiopatología de los trastornos reproductivos. A pesar de la evidencia sustancial de que el consumo de cannabis puede alterar la ovulación, el transporte de trompas y la implantación de embriones, los estudios de cohortes a gran escala no han podido demostrar una reducción de la fertilidad en las mujeres que consumen cannabis.
La Encuesta Nacional Estadounidense para el Crecimiento Familiar, que siguió retrospectivamente a 1076 mujeres participantes, informó que ni el consumo de cannabis ni la frecuencia se asociaron con el tiempo hasta el Embarazo. Otro gran estudio observacional, Pregnancy Study Online (PRESTO), que siguió a 4194 mujeres (1125 parejas) de forma prospectiva entre 2013 y 2017, informó una asociación deficiente entre el consumo de cannabis y la fecundidad. No obstante, un estudio de cohorte prospectivo que involucró a pacientes que se sometieron a Fertilización in Vitro encontró que las usuarias actuales de cannabis tenían más del doble de probabilidad ajustada de pérdida del embarazo después del tratamiento de fertilidad (54 % frente a 26 %) en comparación con aquellas que habían sido usuarias de cannabis o que nunca lo habían hecho. cannabis fumado.