Mastopexia: todo sobre la elevación de mamas
La mastopexia es un procedimiento quirúrgico realizado con el fin de elevar y reafirmar el pecho. A medida que pasan los años, esta parte del cuerpo se ve afectada tras los cambios estructurales y funcionales a los que se ve sometido, además de la inevitable gravedad que provoca flacidez y caída.
Los cambios de volumen por alteraciones en el peso, por los embarazos y la lactancia, junto con la desmejora que sufre la glándula mamaria debido a las variaciones hormonales fisiológicas, los cambios de elasticidad de la piel, el exceso de volumen y de los tiempos de exposición al sol y la falta de uso del sujetador son que inducen a un pecho flácido y decaído.
Procedimiento antes de una mastopexia
En Medicina Estética, la mastopexia se combina con una reducción mamaria en aquellos casos de exceso de volumen y en los que la paciente desea disminuir también el tamaño.
Durante la primera consulta, el especialista evaluará y realizará una exploración de las mamas de la paciente y, en algunos casos, se solicitará un estudio mamográfico. Además, se le explicarán los diferentes métodos quirúrgicos, se discutirá el tamaño y la forma finales y el procedimiento más adecuado para usted. También se explicará cuál es el tipo de anestesia que se aplicará, la necesidad o no de ingresar en la clínica y los costes de la intervención.
Por otra parte, no olvide informar de si fuma o toma alguna medicación o vitamina, el número de embarazos que ha tenido y si desea volver a quedarse embarazada o dar de mamar. Cualquier cuestión que se le plantee, especialmente aquellas relacionadas con sus expectativas sobre los resultados, es importante que se las formule a su doctor.
En qué consiste la Mastopexia
La cirugía de mastopexia suele necesitar el ingreso en clínica, dándose el alta en uno o dos días según sea el caso. La intervención se realiza bajo anestesia general, permaneciendo el paciente dormido de 2 a 4 horas.
Actualmente, existen distintas técnicas, pero generalmente las incisiones producidas tienen forma de ancla colocándose alrededor de la areola, en una línea vertical hacia abajo a partir de la areola, y en una línea horizontal en el pliegue situado debajo de la mama. Mediante estas incisiones se extirpa el exceso de piel y se resitua la areola y el pezón en su nueva posición.
En la mayoría de los casos la areola se mantiene ligada a sus vasos sanguíneos y a los nervios, manteniendo la sensación habitual o casi habitual; sin embargo, en casos de grandes pexias puede llegar a ser necesario separar por completo la areola e incluirla en una nueva posición, perdiendo con ello la sensación. Tras la cirugía se colocan unos tubos de drenaje, que se retirarán en uno o dos días, y un vendaje alrededor de las mamas.