Medicina general: la reina de las especialidades
Hablamos con el Dr. Xercavins, uno de los mejores “especialistas” en medicina general.
¿Dr. Xercavins, cree usted que la medicina general se puede comparar a una especialidad?
No es solo como una especialidad, sino que es la reina de las especialidades, pues las abarca todas. Pero ahora casi solo se habla de supra-especialidades. Y dentro de la medicina general también yo tengo la mía, la de ser médico de cabecera.
¿Sabemos que usted, además, es experto en otra especialidad muy tecnológica: la medicina biomolecular. Pero tanta tecnología es compatible con ser un clásico médico de cabecera?
Ser lo que usted dice: un “clásico médico de cabecera” no significa prescindir de la más alta biotecnología. De hecho, nosotros la usamos en nuestra consulta al más alto nivel, como una de las nuevas herramientas que ya ha de manejar el médico generalista. Algún paciente me ha dicho algo así, como que soy un “médico de cabecera tecnológico”. Bien, pues ello no ha de ser obstáculo para practicar una medicina general tradicional, sino todo lo contrario.
¿Y cómo se combina aquella tradición con la alta tecnología?
Con una pequeña virtud: la vocación. Solo con ella se puede encontrar el tiempo para ir a visitar a un enfermo crónico a su domicilio y tomarte un café con él y su familia. O para atender en la consulta de forma sosegada a alguien que quizás está más angustiado que enfermo. El secreto de todo ello será no mirar nunca el reloj ni sentir la necesidad de hacerlo. Y en cuanto a la tecnología forma parte también de una vocación y de un deseo de estar al máximo nivel para beneficiar al paciente. Pero no le puedo negar que hay un puntito de orgullo personal para estar en aquel nivel más alto. Para todo ello también es esencial trabajar con el mejor equipo de profesionales.
Solemos asociar la medicina general con los métodos tradicionales de estudio, como los libros.
Cuánto me alegro que mencione los libros. Ahora parece que solo deba existir el estudio con los ordenadores. Por supuesto que vía internet logramos estar al día y comunicarnos con centros médicos de todo el mundo. Pero el placer de repasar temas completos con un buen tomo de medicina, es algo incomparable. Y todo ello es compatible con la más avanzada tecnología médica y biotecnología. Se puede perfectamente atender al paciente en plan “cabecera”, dedicándole todo el tiempo, comentando detalles de su caso con él o sus familiares etc., y seguidamente practicarle en la consulta un chequeo con un Doppler Espectral de última generación. O pedirle un estudio genético, una determinación de su superoxido dismutasa o controlar la oxidación de su ADN con la 8 O HDG (es un simple análisis).
¿Pero con tanta biotecnología, dónde ha quedado la medicina naturista que ustedes practicaban?
Pues ha quedado en un primerísimo lugar. Nosotros la usamos en más del 50% de los casos. Resulta que en muchas ocasiones la biotecnología nos ha devuelto a la medicina natural. Nuestros genes y nuestros marcadores biomoleculares en general no quieren saber nada con la química. Le pongo un solo ejemplo: si yo encuentro que un paciente tiene el gen de la Paraoxonasa polimórfico, lo cual indica que su LDL Colesterol será más agresivo, y podrá causar más arteriosclerosis, yo podré mejorar la expresión de aquel gen, usando Tocoferol o Acido Elágico que están en distintos alimentos. Yo le aconsejaré los más adecuados o le daré unos complementos… y gracias a una información biomolecular, le daré productos naturales. Así pues la biotecnología ha redescubierto y ha dado bases científicas a la medicina naturista.
¿Y con esta nueva medicina naturista basada ya en los datos científicos de la medicina biomelecular, podemos superar a la medicina alopática o convencional?
No se trata de superar sino de complementar. Nosotros mismos en nuestro trabajo diario no estamos haciendo estudios biomoleculares a todos los pacientes que atendemos. Si viene un paciente con una bronquitis aguda, una gastroenteritis o una cefalea etc., no le haremos aquellos estudios sino que miraremos de sanarlo lo más eficazmente de forma convencional, quizás usando productos naturales, pero sin estudio molecular previo.
¿A qué pacientes pues, proponen los estudios biotecnológicos?
Este es un tema que tenemos bien estructurado, proponemos nuestras revisiones o chequeos de forma periódica, según la edad y circunstancias. Y los estudios moleculares, genéticos, etc. cuando hay procesos crónicos, sin diagnóstico claro o con evolución tórpida. Tanto si estos procesos son de tipo orgánico o físico, o bien psicológicos.
¿Las personas sanas pueden también beneficiarse de estos estudios, y hasta que edad?
Nosotros proponemos estos estudios no solo en los casos mencionados, sino también a los sanos e incluso a los muy sanos para ayudarlos a mantener y aumentar aquella salud. Para ello hemos desarrollado un estudio llamado “Plan Ómnium Salud”, que abarca la mayoría de aquellas pruebas y que se hacen en principio una sola vez en la vida. Este estudio nos aportará multitud de datos ocultos, todos mejorables casi siempre con Medicina Natural, y que como Médicos de Cabecera usaremos siempre más, en beneficio de aquel paciente, ya que nos habrán dejado una información permanente. Simplemente seguiremos practicando nuestra tradicional medicina general, pero con una nueva información permanente, hasta ahora oculta. En cuanto a la edad… Nunca en nuestra consulta he usado este parámetro. Salvo lógicamente en la etapa terminal. Buscamos siempre el máximo beneficio en salud, tanto si el paciente es joven como si es muy mayor. Nunca he pensado que por tener un paciente de edad avanzada, no debamos hacer todo por él… Igual que para un joven. Es precisamente en los años venerables de la vida cuando el paciente tiene todo el derecho a mejorar. Y así, para esta etapa de la vida, la misión del médico se convierte en una misión sagrada.
Queda claro que pueden ir de la mano la tecnología médica más avanzada con la práctica de una medicina general clásica.
Ya le dije el secreto: mucha vocación y una chispita de orgullo personal… Y echarle muchas horas. Trabajar todos los días y también algunas noches…Y algunas otras… soñar despiertos con nuestros pacientes.