Melamona: tipología, detección y prevención
Cada año se diagnostican 160.00 nuevos casos de melanoma en todo el mundo, según datos de la Asociación Contra el Cáncer. En España se estima que afecta a 3.600 personas cada año. Es llamativo como, al contrario de otros tipos de cáncer, la incidencia de melanoma ha aumentado en las últimas décadas.
Tipología de melanoma
A contrario de hace unos años, la clasificación hoy en día más útil de cara a decidir el tratamiento es en función de las diferentes alteraciones moleculares del melanoma (análisis de genes BRAF, NRAS, ckit, GNAQ, GNA11, etc).
Clásicamente y desde un punto morfológico, los melanomas se clasificaban en:
Melanoma de extensión superficial. Aunque puede originarse en cualquier parte del cuerpo, es común en la espalda y en los miembros inferiores de las mujeres y en el tronco de los hombres. Respecto a la apariencia es plano o irregular en forma y en color y con sombras variables de negro y marrón.
- Léntigo maligno melanoma. Suele aparecer en personas de edad avanzada y frecuentemente en aquellas que tienen la piel muy perjudicada por los rayos del sol. Se encuentran en cara, cuello y brazos y abarcan grandes zonas de piel, sin relieves y tienen una tonalidad marrón con áreas de color café.
- Melanoma lentignoso acro (MLA). Es la forma más infrecuente de los cuatro tipos y se manifiesta en las palmas de las manos y pies o, incluso, debajo de las uñas.
- Melanoma nodular. Es el más agresivo de los cuatro. Por lo general, se inicia con un área elevada de color azul-negro oscuro o rojo-azulado, aunque se pueden presentar sin color. Es el segundo más frecuente y suele surgir en tronco, cabeza o cuello.
Detección y prevención del melanoma
Normalmente una inspección ocular no es suficiente para diagnosticar un melanoma. Frecuentemente se da que lesiones cutáneas benignas se confunden con este tipo de cáncer de piel y a la inversa, que lesiones malignas pueden tener un aspecto benigno.
Existen algunos signos que pueden hacer sospechar la aparición de cáncer de piel melanoma, como por ejemplo cambios de color, crecimiento, picor o sangrado de un lunar. El diagnóstico precoz, en fases poco avanzadas de la enfermedad, es curativo, y hoy en día es posible realizarlo mediante tecnología específica dermatológica. La recomendación que solemos hacer todos los expertos para prevenir el melanoma es evitar la exposición solar.