Monitorización operatoria para obtener buenos resultados en neurocirugía
A lo largo de la vida todos hemos sufrido algún momento de dolor relacionado con la columna, aunque sea una simple lumbalgia, por lo que la mayoría de consultas en Neurocirugía están relacionadas con patologías de columna. Estas pueden ser degenerativas (discales, artrósicas…), tumorales o aquellas que necesitan un refuerzo de las vértebras con técnicas como la cifoplastia.
Cómo suelen tratarse las dolencias de espalda
La primera vía de abordaje será con tratamientos conservadores. Dentro de ellos se encuentra hacer reposo, tomar antiinflamatorios, sesiones de fisioterapia o practicar natación, ya que es un deporte que ayuda notablemente en los dolores de espalda. No obstante, si la patología se encuentra en un estadio más avanzado, será necesario recurrir a técnicas quirúrgicas.
¿Los abordajes de las patologías de espalda son mínimamente invasivos?
En muchos casos el abordaje es mínimamente invasivo, pero en otros se emplea la cirugía convencional. En cualquier caso, actualmente se pueden tratar muchas patologías con mínimas incisiones, microcirugía, endoscopia e incluso con técnicas percutáneas o punciones que evitan la cirugía convencional. En este sentido, la neurocirugía es una de las especialidades donde ha habido más avance tecnológico, tanto en materiales (prótesis…), como en aparatología o técnicas novedosas, tales como las terapias génicas para regenerar tejidos, por ejemplo.
Las técnicas mínimamente invasivas aportan muchas ventajas: son intervenciones más simples, la recuperación es más rápida, el paciente sufre menos dolor y la reincorporación a la vida cotidiana es pronta, algo muy importante, ya que los dolores de espalda son la principal causa de bajas médicas. Pero, sobre todo, deben valorarse los buenos resultados obtenidos con las técnicas mínimamente invasivas, principal razón de su uso.
Monitorización neurofisiológica operatoria para conocer el estado del paciente
La monitorización neurofisiológica operatoria es una práctica que consiste en colocar electrodos en el paciente durante la operación. Esto permite al equipo médico conocer el estado de las conexiones entre músculo, nervios periféricos, médula y cerebro, para asegurarse de que durante la intervención no se daña ninguna estructura neurológica. De esta forma se evitan lesiones neurológicas postoperatorias.
Monitorización neurofisiológica operatoria, ¿también en cirugía cerebral?
En el caso de la cirugía cerebral la tecnología es todavía más espectacular: sistemas de estereotaxia, neuronavegadores, etc. Estos sistemas cada vez más precisos están haciendo avanzar la cirugía de estimulación cerebral profunda para tratar trastornos de movimiento y Parkinson, y se está estudiando su aplicación en depresión, trastorno obsesivo compulsivo o epilepsia, todos con resultados prometedores.
Futuro y avances en neurocirugía
En el campo de la neurocirugía la innovación está llegando por muchas vías. Así, hay nuevos sistemas de prótesis, abordajes cada vez menos agresivos, implantes que permiten sustituir estructuras dañadas (a nivel de disco, sobre todo). En un futuro cercano (aunque aún están en fase de investigación) cobrarán importancia las sustancias biológicas y la terapia génica, sobre todo en relación con la regeneración de tejidos.