Nistagmus: un movimiento de los ojos
El nistagmus es un movimiento de vaivén de los ojos. Puede ser de tipo pendular (cuando las oscilaciones de los ojos son similares) o en resorte (las oscilaciones tienen una fase lenta y otra rápida). Asimismo, los hay de diversos tipos: horizontal, vertical u oblicuo.
Este movimiento de vaivén de los ojos puede ser desencadenado por enfermedades neurológicas (nistagmus neurológico), enfermedades otológicas (nistagmus laberíntico) y oculares (nistagmus ocular).
Causas y consecuencias del nistagmus
El nistagmus de origen ocular suele ser congénito y por lo tanto presente en los primeros días de la vida. Se puede presentar aislado o asociado a otras lesiones orgánicas (cataratas, lesiones en retina, etc.) o funcionales (estrabismo).
La consecuencia del nistagmus afecta fundamentalmente a la visión que se verá muy disminuida en el caso de nistagmus pendular y parcialmente afectada en los casos de nistagmus en resorte. En este último caso la asociación a un tortícolis suele ser la norma y gracias a él, los ojos dejan de moverse en dicha posición y la visión es mejor.
Tratamiento del nistagmus
El nistagmus no tiene cura. Sin embargo, en los casos con tortícolis o asociados a un estrabismo, el oftalmólogo puede realizar una intervención combinada para resolver tanto el estrabismo como la posición viciosa de la cabeza. En los casos en que el nistagmus se asocie a un defecto de refracción importante, el uso de lentillas puede mejorar la visión.
En los casos en que exista un tortícolis compensador mayor de 10-15 grados se debe intervenir para intentar enderezar la cabeza lo cual tiene como consecuencia no solamente mejorar la calidad de vida del paciente sino también evitar trastornos a nivel de la columna cervical. La intervención se debe realizar de preferencia antes de los cinco años de edad.