Novedades en el diagnóstico del cáncer ginecologico
El cáncer ginecológico es aquel que afecta al aparato genital de la mujer. Los más frecuentes son: el cáncer de ovario, el cáncer de cuello uterino, el cáncer de endometrio y el cáncer de vulva. Los casos de trompa uterina y de vagina se pueden considerar más excepcionales.
De todos ellos, el único que se puede prevenir es el cáncer de cuello uterino que está producido por el virus del papiloma humano que se transmite por relaciones sexuales y del que existen vacunas muy eficaces que, si se pusieran a toda la población, tanto a mujeres como a hombres, antes de tener relaciones sexuales, evitarían que se produjera el cáncer.
En este sector, se han realizado muchas novedades en su diagnóstico. En el caso del cáncer de ovario o del cáncer de endometrio, la ecografía transvaginal y de ecógrafos 3D y 4D han resultado decisivos para el diagnóstico precoz de estos tumores, mientras que en el cáncer de cuello y en el de vulva la detección del virus del papiloma humano, la citología y la colposcopia son las principales armas diagnósticas de las que disponemos.
Los síntomas y tratamientos
Los tres grandes síntomas en ginecología son la leucorrea, que es un aumento del flujo vaginal normal, el dolor, localizado en el abdomen o en los genitales externos y las hemorragias vaginales. Cualquiera de estos síntomas es motivo de visita al ginecólogo para valoración de los mismos e investigación mediante pruebas, de las posibles causas de estos síntomas.
Las revisiones son fundamentales para la detección de las enfermedades ginecológicas. En cuanto a la frecuencia, lo mejor sería una al año desde que se empiecen a tener relaciones sexuales, a fin de informar sobre los riesgos de las enfermedades de transmisión sexual (ETS) y de los embarazos no deseados y realizar las pruebas diagnósticas adecuadas para el diagnóstico precoz del tumor.
Una vez se ha diagnosticado el cáncer, su tratamiento es fundamentalmente quirúrgico, aunque en la mayoría de los casos hay que complementarlo con radioterapia, quimioterapia y ocasionalmente hormonoterapia.