Ondas de choque como tratamiento para la disfunción eréctil
La impotencia sexual o disfunción eréctil (DE) es una disfunción sexual que se caracteriza por la incapacidad de desarrollar o mantener una erección y/o por la insatisfacción con el tamaño, la rigidez o la duración de las erecciones.
Causas de la disfunción eréctil
La disfunción eréctil posee múltiples causas, entre las cuales destaca la patología vascular. Esta patología es la causante de la obstrucción de las arterias que llevan la sangre a los cuerpos cavernosos del pene. Ellos son los que procuran, en gran medida, la erección del miembro.
La hipertensión arterial (HTA), el exceso de colesterol o la diabetes son algunas de las causas que producen disfunción vascular y que, por tanto, influyen en la patogenia de la disfunción eréctil.
Tratamientos para la disfunción eréctil
Desde la aprobación del sildenafilo en el año 1998 hasta la actualidad, han aparecido múltiples moléculas para el tratamiento de la DE. Entre ellos, según comentan los especialistas en Urología, se incluyen los tratamientos tópicos o tratamientos inyectables.
En la actualidad, el uso de ondas de choque de baja intensidad supone un avance tecnológico de última generación en el tratamiento de la disfunción eréctil de causa vascular.
Ondas de choque: tratamiento para la disfunción eréctil
Las ondas de choque son ultrasonidos aplicados en baja o alta frecuencia que provocan un efecto en el tejido donde se aplican. Se utilizan desde hace más de tres décadas debido a la fragmentación de cálculos uretrales y renales. También para el tratamiento del dolor en múltiples procesos traumatológicos o, de manera muy novedosa, para el tratamiento de la disfunción eréctil, con una eficacia del 70-80%.
Las ondas de choque de baja intensidad conllevan:
- Mejora y estimulación de la circulación sanguínea
- Aumento de la formación de nuevos vasos
- Inducen a la relajación muscular
- Eliminan los puntos dolorosos
Estos procesos estimulan y ayudan a la creación de una erección satisfactoria por parte de los pacientes.
Las ondas de choque no provocan efectos secundarios en el pene. Tampoco conllevan dolor y, por tanto, es un tratamiento absolutamente inocuo del que sólo se obtienen ventajas.