Osteopatía ginecológica
Muchas mujeres consideran el dolor menstrual como algo “normal” y lo aceptan sin buscar un remedio para aliviarlo. Los dolores producidos durante el ciclo son muy frecuentes, pero no por ello hay que considerarlos normales.
La osteopatía ginecológica ofrece la posibilidad de tratar estas molestias así como otros problemas funcionales de la región uroginecológica: dismenorrea, amenorrea, dispareunia, infertilidad, incontinencia urinaria, prolapso…. Así como el seguimiento del embarazo y el post-parto, con técnicas sutiles y sin efectos secundarios.
A través de la osteopatía ginecológica, se intenta encontrar la causa del problema. El conocimiento de la anatomía y de la fisiologíadel aparato reproductor femenino junto con la buena habilidad palpatoria que caracteriza al osteópata, son fundamentales para un buen diagnóstico y tratamiento del problema. En la exploración física se tendrán en consideración una serie de estructuras anatómicas que tienen relación directa con el buen funcionamiento hormonal:
• La columna dorsal baja, lumbar y pelvis: De estas regiones salen los nervios que controlarán la contracción y relajación de la musculatura de la región, el buen drenaje y su correcta vascularización. Así como los ligamentos relacionados con matriz y ovarios.
• Sistema visceral: cualquier adherencia en el sistema digestivo y ginecológico provocada por infecciones, traumatismos, cicatrices…, pueden alterar la movilidad de la región y provocar cambios en el tejido que provoquen dificultad en el buen aporte sanguíneo y de información neurológica de la región.
• Diafragma y suelo pélvico: su buen funcionamiento nos ayudará a mejorar la congestión.
• Sistema craneo-sacral: la hipófisis es una glándula situada en el centro del cráneo responsable de la secreción de hormonas destinadas a la maduración y rotura de los folículos del ovario donde se fabrican los óvulos. Una alteración del entorno de esta glándula puede provocar alteraciones hormonales. A través de la osteopatía craneo-sacral trabajamos este entorno con unas maniobras muy sutiles pero muy efectivas.
Desde el punto de vista osteopático siempre trataremos al paciente de forma integral, es decir, valoraremos todos sus sistemas para ver cuál está en disfunción, aunque a veces esté a distancia de la zona sintomática y teniendo en cuenta también su estilo de vida, ya que el estrés, el sedentarismo y una mala nutrición también pueden alterar el buen funcionamiento hormonal.