Otosclerosis, causa de sordera progresiva
La otosclerosis es una de las causas más frecuentes de sordera progresiva, que tiene una excelente solución. Suele además ser hereditaria y es más frecuente en la mujer, empeorando de forma notable durante el embarazo.
Sus causas responden a una osificación anormal del estribo (el hueso más pequeño del oído), que se bloquea y no permite el paso del sonido hacia el oído interno provocando una sordera progresiva sin posibilidad de tratamiento médico.
Síntomas de la otosclerosis
El síntoma principal de la otosclerosis es la sordera progresiva, seguido de acúfenos (ruidos de oído) más o menos intensos. La inestabilidad ligera también puede darse en algunos casos.
El diagnóstico se realiza por exploración clínica microscópica, audiometría tonal y vocal. En algunos casos se requiere también exploración radiológica (TAC).
Tratamiento de la otosclerosis
El tratamiento ideal es la microcirugía láser que en manos expertas puede dar un resultado excelente en casi el 99% de los casos. La cirugía consiste en la sustitución total o parcial del estribo y la adaptación de una prótesis sustitutiva para recuperar la movilidad.
La operación puede realizarse con anestesia local y mínimas molestias para el paciente que puede ser dado de alta el mismo día o al día siguiente según la técnica empleada.
La recuperación auditiva es casi inmediata aunque puede mejorar hasta los 2-3 meses después.
Recomendamos una semana de tranquilidad aunque no es necesario guardar reposo. Sí es aconsejable no viajar en avión, al menos, durante los siguientes 15 días a la operación y no mojarse el oído durante un mes.
El control auditivo final se realiza a los dos – tres meses y, en general, la recuperación auditiva es excelente.