Pérdida del olfato y otros síntomas de Poliposis nasal
La poliposis nasal es una inflamación de la nariz que se manifiesta con una pérdida del olfato y el gusto, así como la sensación de mucosidad constante. El especialista otorrinolaringólogo Dr. Massegur es experto en el diagnóstico de esta enfermedad inflamatoria y su tratamiento.
La palabra pólipo tiene su orígen en el griego Hipócrates, viene de polypous (poly: muchos, pous: pies) y hace referencia, exclusivamente, a su aspecto o forma. Pueden aparecer pólipos en múltiples órganos del cuerpo: nariz,laringe, estómago, intestino... No debe asociarse, pues, la palabra pólipo a cáncer, aunque es cierto que algunos cánceres adoptan formas polipoides.
La poliposis nasal es una enfermedad inflamatoria de la nariz, englobada dentro de la rinosinusitis crónica. Se da en un 2 al 5 % de la población general y se puede asociar a otras enfermedades del aparato respiratorio, como asma, mucoviscidosis o fibrosis quísitca. Contrariamente a lo que se cree, no suele estar asociada a las rinitis alérgicas ya que solamente 0,5 al 1,5% de paciente alérgicos presentan poliposis. Si que se asocia, invariablemente,a un síndrome en el que confluyen asma, intolerancia a la aspirina y derivados, llamado Síndrome ASA o Enfermedad de Widal (Figuras 1 , 2 y 3).
Las causas de poliposis nasal
Hay muchas teorías sobre el origen de los pólipos pero ninguna de ellas puede considerarse como la única y, probablemente, existen múltiples causas que conducen a distintas evoluciones de la poliposis, dependiendo de cada paciente. De entre todas las teorías (infecciosa, genética, mecánica...) la más verosímil sería la que hace referencia a una alteración de unas células sanguíneas, llamadas eosinófilos y mastocitos, que son capaces de producir unas sustancias que resultan tóxicas para la mucosa respiratoria, especialmente la mucosa nasal, y darían origen a los pólipos.
Sensación de mucosidad constante por poliposis nasal
Los síntomas pueden variar dependiendo del grado de poliposis, inicialmente puede manifestarse con una pérdida de olfato y gusto que, progresivamente, avanza hacia una obstrucción nasal parcial o completa, acompañada de mucosidades más o menos espesas y más o menos coloreadas. La sensación de obstrucción nasal es producida, básicamente, por la ocupación de espacio en la fosa nasal por parte de los pólipos, de forma que el paciente tiene sensación de mucosidad constante que, además, no se alivia por mucho que se suene la nariz.
Diagnosticar la poliposis nasal
El diagnóstico se basa en la clínica del paciente: obstrucción nasal progresiva y persistente, pérdida de olfato y mucosidades espesas, que pueden estar asociada a un asma o a intolerancia a aspirina o derivados.
La exploración con rinoscopia simple o endoscopia proporciona, en la mayoría de casos, el diagnóstico. Hay que tener especial cuidado en los casos que la poliposis sea unilateral puesto que, en el adulto, hará sospechar otro tipo de formación poliposa que puede ser , incluso, una tumoración maligna. Por ello, requerirá un diagnóstico por la imagen (TC y/o Resonancia) y biopsia previa al tratamiento.
Para las poliposis bilaterales de tipo inflamatorio no es estrictamente necesario realizar una tomografia computerizada (TC) ni exploraciones radiológicas a no ser que se indique una intervención quirúrgica o se sospeche algún tipo de complicación orbitaria o cerebral.
Tratamiento farmacológico o quirúrgico para la poliposis
El consenso internacional de la Sociedad Europea de Rinología recomienda tratamiento médico según el grado de poliposis, que puede consistir en corticoide tópico, corticoide por vía oral y/o antibióticos si existe sobreinfección. En el caso de que la respuesta al tratamiento médico sea escasa o nula se recomienda tratamiento quirúrgico, que consiste en la extirpación de los pólipos nasales y la apertura de los senos paranasales para dejar el mínimo de mucosa nasal patológica, por via endonasal exclusiva y bajo control endoscópico ( Figura 4).
Lógicamente, existe la posibilidad de recidiva de la poliposis, a pesar de una cirugía radical, dadas las características de la enfermedad y, tal como se ha dicho, al desconocimiento de su causa real. Sin embargo, las investigaciones que se estan llevando a cabo hacen pensar que, en un futuro no muy lejano, el tratamiento será exclusivamente médico y la cirugía se reservará para casos especiales o rebeldes al tratamiento.