¿Por qué aparece una curvatura del pene? Conoce la enfermedad de Peyronie
El pene puede curvarse, fundamentalmente, por tres motivos:
1) por una desproporción congénita (desde el nacimiento) de los denominados cuerpos cavernosos (cilindros que contienen el tejido de la erección)
2) por cualquier tipo de traumatismo
3) por la denominada enfermedad de la Peyronie
Según los especialistas, en los dos últimos casos, el origen de la curvatura es un endurecimiento (fibrosis) de la túnica albuguínea que rodea al tejido de la erección.
La túnica albugínea es una capa tiene una cierta capacidad de distensión cuando entra sangre en el pene durante la erección. Si sufre una rotura o herida en el curso de un traumatismo, generalmente durante el coito, puede tener lugar una cicatrización anómala de la lesión, que ocasionará una zona endurecida (fibrosis), con la consecuente pérdida de elasticidad de la túnica albugínea. Al entrar sangre en el pene durante la erección, la parte afectada no se distiende bien, lo que origina la curvatura del pene. Dependiendo del nivel donde se origine el problema (dorsal, ventral, lateral), el pene puede curvarse hacia arriba, hacia abajo o hacia un lado.
La enfermedad de Peyronie
En la enfermedad de Peyronie ocurre lo mismo, con la única diferencia que esta patología tiene un origen todavía desconocido, aunque podría relacionarse con pequeños traumatismos del pene durante el coito a lo largo de la vida y una posible predisposición genética.
Es una patología que suele presentarse a partir de los 50 años y aparece de forma repentina. La placa de fibrosis puede ser única o múltiple y suele aparecer en la parte dorsal del pene, lo que da lugar a la curvatura del pene hacia arriba (en dirección a la barriga), al contrario de lo que suele suceder en los casos congénitos, donde la curvatura es ventral (hacia abajo).
Con qué síntomas se manifiesta la enfermedad de Peyronie
La primera manifestación de la enfermedad puede ser dolor durante la erección, la palpación de la placa de fibrosis o la curvatura del pene. El dolor es debido a la fase inicial inflamatoria y suele desaparecer espontáneamente en pocos meses. De forma infrecuente, también pueden presentarse problemas en la rigidez del pene, aunque muchas veces se debe a un factor psicológico cuando el paciente presenta dolor y/o curvatura del pene durante la erección. Asimismo, dependiendo de la gravedad del problema, pueden existir dificultades para poder realizar la penetración durante el coito y la pareja puede presentar molestias.
Esta enfermedad puede evolucionar de forma lenta hasta su estabilización, momento en el cual no se producen más variaciones en el tamaño de la placa o en el grado de curvatura. En casos excepcionales, fundamentalmLisente los producidos por traumatismos del pene, la enfermedad puede remitir completamente de forma espontánea.
Diagnóstico y tratamiento de la curvatura del pene
La mejor manera de documentar y objetivar la curvatura es mediante la práctica periódica de fotografías del pene en erección desde distintos ángulos, realizadas por el propio paciente, lo que será de gran utilidad para el médico especialista en Andrología que deba valorar y seguir la evolución del problema. También puede estar indicada la práctica de una ecografía del pene, sobre todo cuando se sospecha que la placa de fibrosis pueda haberse calcificado. Este hecho constituye un peor pronóstico, en términos de remisión de la enfermedad y de la aplicación de posibles tratamientos.
Es muy importante consultar al especialista andrólogo o urólogo cuando el paciente aprecie los primeros síntomas. Es en esta fase donde puede establecerse algún tratamiento médico administrado por vía oral o inyectado directamente en la placa. A pesar que a lo largo de la historia se han ensayado una gran cantidad de tratamientos generales y locales, ninguno ha demostrado ser eficaz para hacer desaparecer la placa de fibrosis en la mayoría de los pacientes.
Cirugía para la enfermedad de Peyronie
Ante el fracaso de los posibles tratamientos ensayados, la única posibilidad para enderezar el pene es la cirugía. Esta debe proponerse cuando se demuestre la estabilización de la enfermedad, es decir, que no haya habido variaciones del tamaño de la placa o de la curvatura en los últimos 6-12 meses. Si la enfermedad siguiera progresando y se realizara una cirugía correctora de la curvatura, cabría la posibilidad de que el pene se curvara de nuevo. Las curvaturas leves que no dificultan la penetración no serían candidatas a la cirugía.
El enderezamiento del pene consiste en fruncir la parte convexa de la curvatura, mediante distintas técnicas aplicadas a la túnica albugínea. En aquellos casos en que la curvatura sea muy importante, puede hacerse una apertura en la placa y rellenar el defecto con un segmento de tejido del propio cuerpo (vena, mucosa labial, etc.) o con material sintético o biológico de otra procedencia. Estas cirugías no están exentas de poder ocasionar un cierto acortamiento del pene u originar una nueva fibrosis de la túnica albugínea.
En aquellos casos en los que la curvatura del pene se asocie a disfunción eréctil por la propia enfermedad o por otras patologías (lesiones de las arterias o nervios del pene por diabetes, hipertensión, cirugías de la próstata, etc.), puede estar indicada la colocación de una prótesis de pene, con o sin corrección de la curvatura.
Cuando la curvatura del pene es congénita, es decir, desde el nacimiento, la única opción terapéutica es la cirugía de enderezamiento, siempre que exista una dificultad para realizar la penetración durante el coito.
Síntesis sobre la curvatura del pene
A modo de resumen, la curvatura del pene es una patología de origen congénito o adquirido que se presenta con mayor frecuencia de lo que se puede creer. Los síntomas principales son: zona indurada en cualquier parte del pene, dolor y curvatura en erección, disfunción eréctil y dificultad para realizar la penetración durante el coito.
Como se ha citado anteriormente, el diagnóstico se realiza a partir de los síntomas y de la palpación por parte del andrólogo, así como las fotografías que debe aportar el paciente. Aunque pueden sugerirse algunos tratamientos, su eficacia es cuestionable. En los casos severos se realizará una cirugía correctora, si la curvatura dificulta la actividad sexual.