¿Por qué tenemos vértigo?
El movimiento de la cabeza se percibe gracias a tres tipos de receptores: vestibulares, visuales y somatoestésicos (superficiales y profundos o propioceptivos).
Los receptores vestibulares se sitúan en el oído interno, una cavidad ósea excavada en el hueso temporal que alberga también el sistema auditivo. Estos receptores perciben los movimientos de rotación y de traslación, así como la posición de la cabeza respecto a la gravedad.
Los receptores visuales perciben los movimientos del cuerpo en el espacio respecto a las referencias próximas o lejanas.
Los receptores propioceptivos situados a nivel de los tendones, las articulaciones y la piel perciben los movimientos y la posición de diferentes partes del cuerpo, así como su contacto con el suelo.
La alteración en cualquiera de estos sistemas receptivos supone la aparición de un cuadro vertiginoso.
¿Qué es el vértigo?
La sensación de vértigo proviene de una distorsión de la sensación de movimiento del cuerpo en el espacio. Esta distorsión puede ser una rotación, una traslación (sensación de caída, de impulso, de balanceo) o tan sólo una sensación de inestabilidad.
Tipos de vértigo:
- Vértigo posicional paroxístico benigno.
- Déficit vestibular periférico brusco o neuronitis vestibular.
- Déficit cocleovestibular: de origen infeccioso, de origen ototóxico (secundario a fármacos), de origen autoinmunitario, de origen postraumático, genético o por causas tumorales.
- Enfermedad de Meniere
- Fístula perilinfática
- Dehiscencia de los conductos semicirculares anterior y posterior
Síntomas del vértigo
El vértigo es un síntoma consistente en una sensación de movimiento que se manifiesta por una impresión de rotación y/o de ebriedad. Suele acompañarse de signos neurovegetativos como náuseas, vómitos y sudores fríos. El paciente permanece consciente durante las crisis. El vértigo puede obligar al paciente a modificar su estilo de vida.
Tratamiento del vértigo
El diagnóstico permite sobre todo proponer un tratamiento adecuado, que puede ser farmacológico (antivertiginosos, corticoides) o con rehabilitación vestibular e incluso con cirugía o psicoterapia.
Para más información consulte con el especialista en Otorrinolaringología.