Presbicia o vista cansada, incapacidad del ojo para enfocar las imágenes
La presbicia o vista cansada es la pérdida fisiológica de la capacidad de enfocar del ojo que, con la edad, degenera. El cristalino enfoca con movimientos, y el músculo encargado de hacerlo se va agotando. Entonces se da la incapacidad para enfocar objetos a determinada distancia. Aparece sobre los 40 años y progresa hasta los 65.
El principal síntoma es el agotamiento muscular, traduciéndose en problemas de lectura. En pacientes sin defecto de gafas de lejos suele ocurrir a los 40 y se hace máximo a los 55 años. Para suplirlo se deben colocar gafas. En miopes es curioso, ya que el paciente ve bien de cerca pero mal de lejos, por lo que empieza a quitarse las gafas de lejos para ver bien de cerca. En hipermétropes el problema viene antes de los 40. Empiezan con problema de lejos, que se acentúa en cerca a partir de los 36 años.
Se han ensayado complejos vitamínicos para tratarla, aunque sin resultados. El tratamiento es corregir el defecto de enfoque con gafas. Al perder dioptrías las gafas ya permiten leer. Entre los 42 y los 65 años hay que aumentar la graduación.
Desde hace una década existen tratamientos quirúrgicos: láser e implante de lentes intraoculares difractivas. El láser no es siempre útil ni definitivo. Consiste en intentar la mono visión dejando un ojo miopizado para cerca y el dominante para lejos. En las lentes intraoculares, en cambio, se extrae el cristalino incompetente y se implanta la lente. Aunque no es útil en todos los casos, con aberrometría y preoperatorio la satisfacción es alta, y resultados definitivos. Sin embargo, las lentes multifocales de última generación o trifocales son ahora la alternativa a las intraoculares, ya que permiten correcta visión de lejos, cerca e intermedia (muy usada para enfocar en ordenadores).