Prevención y tratamiento de la intoxicación por paracetamol en la infancia
El paracetamol, también conocido como acetaminofeno, es un medicamento antipirético y analgésico utilizado para el tratamiento de la fiebre y el dolor en los pacientes pediátricos. Es eficaz administrado por vía oral o rectal, de forma ambulatoria. Los especialistas en Pediatría recetan habitualmente este fármaco para el alivio de las reacciones vacunales y de las molestias ocasionadas por la erupción dental. También es útil para el control de la fiebre en los episodios infecciosos agudos propios de la infancia. La dosificación de la solución oral disponible es de 10-15 mg/kg/dosis cada 4-6 horas y es muy importante conocer con exactitud el peso y la edad del niño para recomendar una dosis correcta.
Según datos de la Sociedad Española de Urgencias Pediátricas, la intoxicación por paracetamol constituye la primera causa de intoxicación farmacológica en nuestro medio. La dosis tóxica es de 150 mg/Kg de peso cuando se administra de una sola vez. La intoxicación puede deberse a una ingesta accidental no intencionada, sobre todo en menores de cinco años de edad, a intentos voluntarios de autolisis en adolescentes y jóvenes, o bien a errores de dosificación por parte de los padres o cuidadores. El principal efecto secundario es la afectación del hígado (hepatotoxicidad) y los casos críticos pueden precisar un trasplante urgente para salvar al paciente.
Cómo prevenir la intoxicación por paracetamol
La prevención empieza por informar correctamente a los padres sobre las características del fármaco a partir de los dos meses de vida, coincidiendo con el inicio de la aplicación de las primeras vacunas. También se recomienda limitar la prescripción del número de recetas por parte del personal sanitario y guardar el envase de paracetamol en un lugar seguro del domicilio, para garantizar que no esté al alcance del niño.
Qué hacer si se produce intoxicación
En caso de ingesta accidental, se puede contactar telefónicamente con el Instituto Nacional de Toxicología o consultar al servicio de urgencias más próximo. En casos indicados puede ser necesario el uso de N-acetilcisteína como antídoto específico y que está disponible en las farmacias de los centros hospitalarios. El manejo de la intoxicación grave corre a cargo del personal médico especializado y puede requerir incluso ingreso en una unidad de cuidados intensivos pediátricos.