Prevenir los problemas cardiacos durante las vacaciones
Con el verano muchos aprovechan sus vacaciones para viajar y cada vez escogemos destinos más variados y exóticos, pero el cambio de clima y alimentación puede producirnos problemas cardíacos. Por ejemplo, en enfermedades cardiacas tan comunes como la hipertensión arterial y la insuficiencia cardiaca se requiere un adecuado control de la dieta y del estado de hidratación, así como el consumo de sal debe ser restringido en ambas enfermedades, pero esto es especialmente difícil cuando las personas viajan ya que comen de forma habitual fuera de casa. Igualmente, puede ser frecuente el consumo de comidas preparadas que tienen también un alto contenido en sal.
También hay que vigilar la hidratación pues muchos pacientes toman diuréticos (furosemida o tiazidas, los más frecuentes), fármacos que aumentan la cantidad de orina, para controlar las cifras de presión arterial o reducir la retención de líquidos en la insuficiencia cardiaca. En los viajes a zonas de altas temperaturas puede producirse por el calor cierta deshidratación agravada por los diuréticos, llegando en ocasiones a dañar la función del riñón (lo que se denomina insuficiencia renal). Ante esta cuestión, lo recomendable es consultar antes con su médico por si es preciso disminuir la dosis de diurético durante el viaje. Además, cabe recordar que el líquido ideal es agua, evitando siempre las bebidas azucaradas pues aproximadamente un tercio de las personas con problemas cardiacos son diabéticos, por lo que estas bebidas están claramente desaconsejadas.
Diarrea del viajero
Finalmente hay que recordar que en algunas zonas es frecuente la diarrea del viajero, la cual produce la pérdida de gran cantidad de líquido con las heces, pudiendo llevar a la deshidratación, y por lo que se puede precisar de la disminución transitoria durante el viaje de la dosis de diuréticos. Son toda una serie de precauciones sencillas que nos pueden ayudar a prevenir riesgos cardiovasculares antes de iniciar nuestro viaje.