Prevenir y tratar las dolencias cardiovasculares más frecuentes
Los problemas del corazón causan la muerte de millones de personas al año. Actualmente, en el mundo occidental existen tres “epidemias”: la cardiopatía isquémica (enfermedades coronarias), la fibrilación auricular (la arritmia más frecuente que nos encontramos en la práctica clínica) y la insuficiencia cardíaca (consecuencia de diferentes patologías cardíacas cuando evolucionan). También las enfermedades de las válvulas cardiacas (valvulopatías) -especialmente la degeneración calcificada senil de la válvula aórtica- están siendo cada vez más frecuentes.
Las causas de estas enfermedades son, por encima de todo, el seguimiento de un estilo de vida poco saludable. Estos malos hábitos han propiciado, por ejemplo, el gran aumento de cardiopatía isquémica. Fumar, sufrir hipertensión (especialmente si está mal controlada) tener el colesterol elevado y la falta de ejercicio físico propician la aparición y desarrollo de estas afecciones. En el caso de la fibrilación auricular, está aumentando también por estos factores y porque es una arritmia que incrementa su prevalencia con la edad, y la edad de la población está aumentando.
Tratamiento
Lógicamente cada patología tiene un tratamiento específico. En algunos casos es necesario pasar por quirófano y en otros no. Pongamos por caso, cuando una de las arterias coronarias está “obstruida” y da síntomas, se puede “desatascar” mediante la realización de un cateterismo (angioplastia) y la colocación de un stent si es preciso. Aunque, a veces, se requiere de una intervención quirúrgica con la colocación de bypass coronarios.
En otras ocasiones, la persona debe tomar medicación a base de fármacos como en el caso de la fibrilación auricular, que suele tratarse con medicinas antirrítmicas y anticoagulantes para prevenir embolias. La insuficiencia cardiaca también se suele controlar con fármacos y, en ocasiones, se pueden emplear marcapasos o desfibriladores implantables especiales para ayudar al bombeo del corazón enfermo.
Prevención
En cualquier caso, para mantener el corazón y las arterias en buen estado, es esencial seguir una dieta equilibra, realizar un control de sobrepeso, vigilar la hipercolesterolomia (si la tenemos), llevar un control de la hipertensión arterial y como primer factor a tener en cuenta: realizar un abandono absoluto del hábito tabáquico.