Prótesis de disco: en qué lesiones se recomienda y cuáles son sus beneficios
Las prótesis de disco suelen colocarse en pacientes jóvenes de entre 20 y 50-60 años, con dolor lumbar o cervical recurrente y persistente y, en ocasiones, con dolor irradiado en las extremidades.
Lesiones que hacen necesaria una prótesis de disco
Las lesiones más frecuentes observadas son la discopatía degenerativa asociada a una estabilidad funcional de la columna y sin evidencia de una clara estenosis de canal ni foraminal. Una vez verificados estos parámetros, el paciente podrá beneficiarse de la colocación de una prótesis dinámica, recuperando la misma movilidad que un disco sano y evitar las consecuencias que puede conllevar una artrodesis (fijación de la columna).
Prótesis de disco: en qué consiste la intervención y el postoperatorio
La intervención de prótesis de disco consiste en un abordaje por vía anterior, tanto a nivel cervical como a nivel lumbar. Se considera uno de los abordajes más directos, menos invasivos y menos traumáticos, consiguiendo una buena exposición del disco y una mejor recuperación postoperatoria.
Tras la intervención el paciente iniciará la movilidad de forma precoz tras 24 horas postcirugía y deberá permanecer hospitalizado durante 3-4 días. Durante el primer mes postprocedimiento el paciente deberá mantener una vida normal/contemplativa sin esfuerzos ni ejercicio físico. Asimismo, seguirá controles regulares con su médico especialista en Neurocirugía. Respecto a la herida quirúrgica, deberá mantenerse siempre limpia y seca hasta la retirada de los puntos.
Resultados de la intervención de prótesis de disco
La gran mayoría de los resultados obtenidos con la intervención de prótesis de disco son muy favorables debido al logro de una óptima recuperación de la movilidad de la columna, evitando la degeneración rápida de los discos adyacentes y dando al paciente una mejor calidad de vida.