Prótesis de pene: ¿qué son y cómo funcionan?

Prótesis de pene: ¿qué son y cómo funcionan?

Top Doctors
Escrito por: La redacción de Top Doctors
Editado por: TOP DOCTORS® el 30/04/2019

La cirugía protésica del pene consiste en el implante de un dispositivo dentro del cuerpo cavernoso del pene. El objetivo de la prótesis peneana es dar la rigidez necesaria para poder mantener relaciones sexuales satisfactorias. El implante no influye sobre la libido (deseo), la eyaculación ni el orgasmo.

Inicialmente, uno de los problemas que limitaron la expansión de estos dispositivos fue su falta de fiabilidad a corto y medio plazo. Sin embargo se ha ido reduciendo según progresaban tecnológicamente hasta llegar a tasas de menos del 5% en 5 años. Por este motivo, las prótesis están garantizadas de por vida por algunas casas comerciales, debido a la alta fiabilidad.

Actualmente disponemos de una amplia variedad de prótesis de pene. De forma general se pueden clasificar en dos grupos, las flexibles y maleables y las prótesis hidráulicas o inflables:

 

1. Prótesis flexibles y maleables

Consisten en dos cilindros que se colocan en el interior de cada cuerpo cavernoso y mantienen el pene rígido todo el tiempo, sin provocar aumento de la circunferencia ni longitud de éste. Mantiene siempre el mismo tamaño y consistencia y es el paciente el que dobla la prótesis o la coloca en la posición deseada para mantener relaciones.

Ventajas: tienen un menor coste, baja incidencia de fallos mecánicos, una mayor facilidad de colocación y menor tiempo quirúrgico, lo que disminuye la tasa de infecciones.

Inconvenientes: La rigidez continua puede ocasionar un problema estético en algunos pacientes. En ocasiones podría dificultar las exploraciones vía uretral como la endoscopia vesical, prueba necesaria para el tratamiento y vigilancia de tumores vesicales

 

2. Prótesis hidráulicas

Son las prótesis de mayor complejidad tecnológica. Se componen de unos cilindros flexibles que se colocan en los cuerpos cavernosos y están conectados a un sistema que permite el bombeo de líquido al interior de los cilindros que se alojan en el pene. De esta manera se produce una erección artificial a deseo de la persona, mantenida también el tiempo que se requiera.

Según los componentes de que constituyan la prótesis se clasifican en dispositivos de dos o tres componentes. La de dos componentes la constituyen los cilindros que se alojan en el pene y la bomba que los activa que se implanta en escroto. La de tres, añade un reservorio que se implanta a nivel abdominal. Estas últimas son las más utilizadas y mejor consideradas en la actualidad, dada la “naturalidad” que ofrecen, tanto en flacidez como en erección.

 

Indicaciones de una prótesis de pene

La prótesis de pene es una buena opción terapéutica en pacientes con disfunción eréctil que o bien no responden a los diferentes tratamientos farmacológicos, o bien cuando éstos provocan efectos secundarios inaceptables, si la disfunción eréctil se asocia a enfermedad de La Peyronie (incurvacióndel pene), o bien cuando aparece fibrosis peneana tras priapismo (erección indeseada y mantenida que puede producir cambios irreversibles en tejido eréctil). Es decir, está indicada en los individuos afectos de alteraciones orgánicas cuando han fracasado otro tipo de tratamientos (fármacos, dispositivos de vacío…). En estos casos se puede afirmar que la posibilidad de implante de una prótesis de pene constituye un verdadero éxito terapéutico de la disfunción eréctil.

El implante de una prótesis de pene es un tratamiento irreversible. Se reservan por tanto para pacientes bien informados, que han pasado por los escalones de tratamiento previos sin éxito, además de para otras indicaciones menos frecuentes. Por tanto, es muy importante valorar y aclarar las expectativas del paciente antes de su colocación, porque eso va a influir en la satisfacción percibida posterior.

También es fundamental ofertar esta cirugía sólo a pacientes adecuadamente seleccionados y elegir correctamente el modelo de prótesis disponible en el mercado para satisfacer las necesidades de cada paciente. Por ejemplo, con frecuencia los pacientes tienen expectativas irreales acerca de la futura longitud de su pene que resultan imposibles de conseguir. Es imprescindible que el paciente conozca que la longitud de su pene tras el implante prostético será menor a la que tenía cuando conseguía erecciones satisfactorias. Habitualmente será similar a la del pene estirado en flacidez, ya que el objetivo de la prótesis es que el paciente recobre la rigidez suficiente para poder penetrar.

Los candidatos para implantarse una prótesis de pene deberían cumplir los siguientes criterios de la ISSM:

- buen estado de salud

- fracaso o contraindicación del tratamiento médico de la disfunción eréctil.

- estabilidad psicológica

- estar perfectamente informado del procedimiento y sus posibles complicaciones

- firma del consentimiento informado de la cirugía.

Si se cumplen estos preceptos, la prótesis de pene ofrece las más altas tasas de satisfacción entre los tratamientos para la DE (de entre el 92 y el 100%).

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