Prótesis de rodilla para la artritis y artrosis avanzadas
La Artroplastia total de rodilla ha constituido uno de los principales avances de la Cirugía Ortopédica del siglo XX. Es el resultado de la labor de investigación de ingenieros y cirujanos. El Dr. Lafuente Cuenca es un especialista de referencia en el tratamiento de la rodilla con amplia experiencia en la colocación de prótesis mediante artroscopia.
La prótesis total de rodilla consiste en la sustitución de una articulación natural por una rodilla artificial con el objetivo de conseguir una funcionalidad similar.
El avance de esta técnica ha permitido devolver a muchas personas la posibilidad de mantener una vida normal, lejos del dolor y los problemas de movilidad.
Cuándo está indicada la prótesis de rodilla
La cirugía de Artroplastia de rodilla no está exenta de ciertos riesgos y complicaciones: El cirujano debe indicarla en aquellos pacientes que presentan un cuadro de artritis reumatoide o artrosis con importante deterioro articular que provoca en el individuo importante dolor e incapacidad, impidiendo realizar sus actividades cotidianas.
En qué consiste la cirugía de prótesis de rodilla
Esta cirugía compleja se realiza con anestesia general. El cirujano secciona los extremos óseos deteriorados de fémur, tibia y en ocasiones rótula y se sustituyen por implantes protésicos artificiales que se articulan entre sí, con el objetivo de desarrollar los mismos movimientos y funciones de la articulación original.
Los materiales utilizados en estos implantes son metales resistentes y ligeros, como acero inoxidable con aleaciones de cromo, cobalto o titanio. Entre los componentes protésicos del fémur y la tibia se coloca un polietileno muy resistente que evita las fricciones y el desgaste de los dos componentes metálicos.
Postoperatorio de la Artroplastia de rodilla
Se utiliza la metodología Rapid-Recovery o Fast-Track:
- Una vez realizada la intervención quirúrgica el paciente inicia el programa de fisioterapia y la deambulación con muletas, el mismo día de la cirugía.
- El ingreso hospitalario suele durar de cuatro a cinco días, dependiendo de la complejidad de la intervención y de los antecedentes patológicos del paciente.
- Tras este periodo, el paciente recibe el alta hospitalaria, con deambulación autónoma con muletas y siguiendo una pauta domiciliaria de ejercicios de rehabilitación.
- A las dos semanas se retira la sutura quirúrgica y el paciente suele deambular en su domicilio con una sola muleta o sin ayudas.