Pruebas de la función pulmonar
La función más importante del aparato respiratorio es el intercambio de gases, introducir oxígeno del aire ambiente hacia la sangre a través de los pulmones, concretamente los alveolos (durante la inspiración) y eliminar de la sangre venosa el CO2, producido por el metabolismo celular al aire exterior (durante la espiración).
El estudio de la función pulmonar constituye un apartado esencial en la valoración de las enfermedades del aparato respiratorio y resulta imprescindible para el diagnóstico y manejo de enfermedades tan prevalentes como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y el asma bronquial, entre otras.
Las técnicas que se utilizan para el examen, no son invasivas, excepto la gasometría arterial que consiste en extraer sangre de la arteria radial para conocer con exactitud la cantidad de oxígeno, y CO2 en sangre arterial.
Existen diversas pruebas para valorar la función pulmonar:
Espirometría
Consiste en el análisis de la magnitud de los volúmenes pulmonares y la rapidez con que estos pueden ser movilizados (flujos aéreos). La maniobra respiratoria a realizar es sencilla, pero es imprescindible la colaboración del paciente, y la preparación del técnico/a que la realiza, de lo contrario, sus resultados no serán valorables e incluso pueden dar lugar a confusión.
Las indicaciones de la espirometría son las siguientes:
• Evaluación de síntomas o signos respiratorios
• Medición del efecto de la enfermedad sobre la función pulmonar.
• Seguimiento de individuos con riesgo de enfermedad pulmonar, como fumadores de más de 35 años, persistencia de síntomas respiratorios o exposición laboral u ocupacional a sustancias tóxicas que pueden causar afectación respiratoria.
• Evaluación preoperatoria del riesgo quirúrgico, especialmente de cirugía torácica o cirugía abdominal alta.
• Valoración de la respuesta terapéutica frente a diferentes medicamentos.
• Estimación de la gravedad y pronóstico en enfermedades respiratorias o de otros órganos que afectan a la función respiratoria.
• Valoración del estado de salud previo a programas de actividad física intensa.
• Valoración del grado de incapacidad laboral.
• Estudios epidemiológicos.
• Investigación clínica.
La espirometría tiene algunas contraindicaciones que deben tenerse en cuenta a la hora de plantear la necesidad de dicho examen:
• Hemoptisis aguda reciente
• Desprendimiento de retina
• Infarto de miocardio reciente (< 7 dias)
• Neumotórax reciente
Aunque la prueba básica en la exploración funcional del AR es la espirometría, en ocasiones necesitamos ampliar el examen con procedimientos que permitan medir los volúmenes de aire que los pulmones no pueden movilizar.
Test de difusión del monóxido de carbono
Para conocer la situación del intercambio pulmonar de gases, se realiza el test de difusión del monóxido de carbono, que consiste en medir la cantidad en ml de monóxido de carbono que se difunde a través de la membrana alveolocapilar (desde el gas alveolar a la sangre) por unidad de tiempo.
Gasometría arterial
La gasometría arterial también es una técnica básica para la valoración del intercambio pulmonar de gases. Consiste en realizar una punción de la arteria radial, con anestesia local subcutánea, extraer sangre de ella y determinar el pH, la presión parcial de oxígeno y de dióxido de carbono.
Mediante esta técnica sabremos si el paciente tiene o no insuficiencia respiratoria. También se puede conocer la cantidad de oxígeno en sangre (SaO2, saturación arterial de oxígeno) de una manera aproximada, pero fiable mediante el pulsooxímetro, aparato no invasivo.
Todas estas pruebas evalúan la función respiratoria en reposo, pero si queremos conocer el comportamiento del aparato cardiorrespiratorio durante el esfuerzo debemos recurrir a los test o pruebas de esfuerzo.