Psicología positiva para afrontar la vida de una forma más optimista
La psicología positiva es el estudio del funcionamiento humano óptimo. En este sentido, estudia las experiencias positivas y los rasgos individuales positivos de los individuos, con el fin de prevenir o reducir patologías. El fin último es sentirnos felices.
Hasta hace pocos años, la psicología hacía más hincapié en el sufrimiento y sus causas. Para ello, se han desarrollado a lo largo del tiempo numerosas técnicas y programas diseñados para aliviar el sufrimiento. En los últimos años, y gracias al Dr. Martin Seligman, creador de esta corriente, se ha visto que no solo es necesario paliar el sufrimiento, sino potenciar las fortalezas, virtudes y habilidades del individuo para incrementar los niveles subjetivos de bienestar y que estos momentos de bienestar sean más frecuentes que los momentos de sufrimiento.
La gente desea algo más que aliviar su sufrimiento, necesita desarrollar los estados que hacen que merezca la pena vivir, buscar un sentido a la vida.
En resumen, la psicología positiva es un modo de incrementar las emociones positivas, conociendo nuestras fortalezas propias y poniendo en marcha nuestras habilidades personales.
Aplicaciones de la psicología positiva
La aplicación práctica de esta corriente se da en todas las áreas de la vida. A nivel personal, nos enseña a aumentar nuestras emociones positivas, a pensar de una manera más saludable para poder conseguir nuestros objetivos. Asimismo, nos permite conocer nuestros puntos fuertes para desarrollarlos al máximo y que estén presentes en nuestra vida.
También son conocidas las aplicaciones que la psicología positiva tiene a nivel empresarial, potenciando el óptimo desarrollo del individuo en la empresa, siendo conscientes de en qué somos buenos y ayudando a otros a desarrollar sus propias potencialidades.
Técnicas para potenciar la psicología positiva
Existen numerosas técnicas destinadas a incrementar las emociones positivas, así como también las destinadas a descubrir nuestras fortalezas personales. Algunas de las principales fortalezas son:
- La curiosidad por el mundo
- El amor por el aprendizaje
- La bondad
- La justicia
- El liderazgo
Cada uno de nosotros tenemos unas fortalezas más o menos innatas, unos talentos en ciertos campos por los que mostramos una especial habilidad, que se nos da bien hacer o que despierta nuestro interés. Así, las fortalezas son patrones naturales tanto de pensamiento, como de sentimiento y conductas que pueden ser aplicadas productivamente en nuestra vida diaria.
Por ejemplo, tomemos la fortaleza de la creatividad, definida como el proceso de utilizar la originalidad para idear nuevas formas de contribuir positivamente a la propia vida o la vida de los demás. Las personas creativas son capaces de aplicar su imaginación en nuevas y sorprendentes formas, con el fin de resolver los problemas a los que se enfrentan. Una idea para potenciar esta fortaleza sería por ejemplo, crear una idea original en un área de su interés, como hacer un regalo personalizado para alguien, que no se compre en ninguna tienda.
Una técnica muy potente para desarrollar la fortaleza de la gratitud, por ejemplo, es anotar al final del día, 10 cosas por las que nos sentimos agradecidos en el día, ya que muchas veces damos por hecho las cosas buenas que nos ocurren.
Hay técnicas enfocadas a aumentar los niveles de optimismo, basados en poner nuestra atención en los aspectos positivos de una situación. Esto ayuda a relativizar los problemas, enfocándonos en su solución. De este modo aprenderemos a tener una actitud mental positiva que nos hará más resilientes a los vaivenes de la vida.
¿Tiene contraindicaciones la psicología positiva?
No se conocen contraindicaciones en la aplicación de las técnicas de la psicología positiva. Es importante destacar que el objetivo de la psicología positiva no es “estar feliz todo el tiempo” o hacernos inmunes ante los percances normales de la vida, ya que todos somos vulnerables a sufrir y es parte de la vida. Se trata, por lo tanto, de aprender a sacarnos provecho a nosotros mismos y a lo que la vida tiene que ofrecernos.