Psicopatía: la Pandemia oculta
Mucho se está hablando del COVID 19 y pareciera que se han esfumado todas las demás patologías, epidemias y hasta Pandemias.
Afecciones olvidadas debido al SARS-CoV-2
En Salud Mental hay una patología que encima de ser muy prevalente, es muy peligrosa para las personas sanas: la Psicopatía.
Es fundamental proteger a las personas de los psicópatas porque corren un riesgo mucho peor que el de la infección por COVID-19.
Está muy de moda hablar de “Pandemia”, desde hace ya más de 160 días. Pero hay muchas enfermedades que son verdaderas Pandemias y de las cuales nadie se ocupa. El COVID-19 está en boca de todos los periodistas, de los políticos, de la mayoría de los ciudadanos, y hasta de muchos médicos. ¿En qué están pensando los epidemiólogos? Porque hay de las decenas de miles de muertos por Gripe todos los años, en quienes la Vacuna no parece haber hecho mella.
O de muchas otras enfermedades clínicas, ¿Qué hay de la Diabetes, de las Enfermedades Cardiovasculares, de los Infartos Agudos de Miocardio, de los muertos a consecuencia del cigarrillo, los muertos oncológicos? De estos nadie habla. De hecho, la Pandemia del Coronavirus ha hecho que estos últimos aumenten de manera estrepitosa.
Y, ¿Cómo andamos por casa? Se estipula que para 2030, la Depresión Mayor será la enfermedad más frecuente, y esta es causa de muchas otras enfermedades, ya que es una enfermedad sistémica, es decir, del cuerpo entero como de Infartos de Miocardio, de ACVs y hasta del Cáncer. Aquí también las enfermedades son muchas, y han aumentado durante el confinamiento por al menos dos razones claras: la falta de atención médica y Estrés del confinamiento.
La Psicopatía considerada una Pandemia
En Psiquiatría hay una patología oculta, tremenda y mortífera que afecta al 1% de la población (como la Esquizofrenia y poco menos que el Trastorno Bipolar).
Se estima que 440.000 personas en Argentina y 7 millones en el mundo padecen Psicopatía. Se incluyen entre estos:
1- Psicópatas perversos: el clásico psicópata americano de película
2- El violador y el asesino serial: el que terminará preso, (si lo descubren)
3- El psicópata chiquito: forma parte del 75% de la población carcelaria. Es no muy inteligente, el que se deja pescar, aunque de todos modos sea bastante huidizo
¿Pero cómo es que estoy hablando de 7 millones de personas? Está más que claro que no hay tantos presos en el mundo. Y si los hubiera, habría que descontar todos los presos políticos de los regímenes totalitarios, los presos inocentes o simplemente los presos que NO SON psicópatas (perversos). A los psicópatas de los cuáles hablo, podríamos llamarlos Personalidades Narcisistas Manipuladoras, más o menos graves. Atraviesan todos los medios socioeconómicos, nacionalidades y grupos étnicos. Están en todos lados. Son muy inteligentes. Son la mayoría de esta patología, y no se dejan pescar.
Podría tomarse la conducta de la gente en la calle, como una alegoría de la Psicopatía. El barbijo o mascarilla. La gente se ha transformado en personas sin cara. No nos reconocemos. Pasamos, tal vez, al lado de un amigo o familiar sin siquiera detenernos. Indiferentes. ¡¡Pero porque no vemos que pasan a nuestro lado, la cara estando oculta, como lo hacen los bandidos del Far West!! Así son los Psicópatas; no los vemos. Están entre nosotros y nosotros ni nos percatamos de su presencia. Porque son gente que parece impecable, intachable, perfecta. (ya los describiré). A la par, también están entre nosotros todos los “amordazados” por ellos, las víctimas o bien los “complementarios”. Todos perdidos entre la masa de gente. Entre los primeros, los abusadores de menores y de mujeres, ¡¡O de hombres por supuesto!! Esto no es una cuestión de género como frecuentemente las feministas nos quieren hacer creer. Y están en todos los estratos sociales, desde un Presidente de la Nación o un CEO de empresa hasta el más pobre de los pobres, pasando desde algún Obispo hasta el más recalcitrante de los ateos, en todas las religiones sin distinción, y hasta en familias que parecen ser las más devotas. ¡SI, CREÁNME! Y lo peor es que frecuentemente están los cómplices, aunque sean de vida disoluta o de vida de una pulcritud la más absoluta.
¿Cómo es un psicópata?
Alos psicópatas también se los conoce como “personas tóxicas”. Y sí son tóxicas, nos tenemos que preservar de ellos como de toda sustancia tóxica. Entendamos que no estamos hablando acá de las personalidades Narcisistas Perversas como dije al principio. Son personas que están entre nosotros, porque insisto, ¡los hay tanto en varones como en mujeres! – Con una tasa algo mayor en varones).
La Psicopatía es un Trastorno de la Personalidad. Y como toda personalidad, estas se desarrollan entre la adolescencia y la adultez precoz. Se trata de una personalidad como cualquier otra: por tanto, no cambiarán. ¡Y tantas víctimas esperan y esperan que cambien! No cambiarán. ¡Incluso empeorarán! Su actuar tenderá a destruir a su víctima. Más o menos conscientemente. Eso sí, su juicio es normal: pueden entender que hacen daño, pero tengamos en cuenta que los hay más o menos peligrosos, al mismo tiempo que las víctimas, las hay más o menos resilientes.
Y… ¿Tienen tratamiento? NO. Nuevamente: son formas de personalidad. El único lugar donde el profesional de la Salud Mental puede actuar es en la víctima. El tratamiento más eficaz es la huida. Como lo haría cualquier persona normalmente constituida (no masoquista como los hay tantos), y cualquier animal en general. Se huye de lo que nos hace daño. Entonces, yo como profesional, o bien tengo que reforzar la personalidad de la víctima y realizar un tratamiento de contención, o bien “arrancarlo” de las garras de este personaje. Tarea nada fácil puesto que este no larga su presa. No puede. Necesita tener algo para destruir y así satisfacerse. El abordaje es casi imposible si no hay una familia que haya entendido el tema y colabore de manera muy activa. Es muy frecuente que esto se de en las parejas. La destrucción de la víctima es patente.