Psoriasis: una enfermedad de la piel que puede controlarse
La psoriasis es una enfermedad inflamatoria de la piel. Existen diferentes formas de psoriasis. La más común aparece en forma de placas rojas con descamación en los codos y rodillas, así como en el cuero cabelludo. Existen otras formas de psoriasis menos frecuentes, como la psoriasis de las uñas o la psoriasis de los pliegues de la piel.
La psoriasis puede aparecer en hombres y mujeres, así como a cualquier edad. Es importante aclarar que no es una enfermedad contagiosa.
Por qué se produce la psoriasis
La psoriasis no es hereditaria pero tiene una importante carga genética, de manera que las personas que tienen familiares con esta enfermedad son proclives a tenerla. No se conoce bien la causa primaria de la psoriasis. Sin embargo, se sabe que influyen factores inflamatorios que desencadenan una alteración en el crecimiento de la piel.
Cómo tratar la psoriasis: tratamientos tópicos y generales
Existen diferentes tratamientos para la psoriasis. Aunque la psoriasis no tiene una curación definitiva, sí puede ser controlada con múltiples tratamientos y también es posible que se cure por ella misma. Es importante mantener controlada la psoriasis de manera que existan los mínimos síntomas y cambios en la piel.
En este sentido, los tratamientos de la psoriasis se dividen, fundamentalmente, entre tratamientos tópicos y tratamientos generales. Para los tratamientos tópicos se utilizan cremas o lociones con diferentes componentes. En ocasiones se pueden utilizar los corticoides tópicos. Éstos deben reservarse únicamente para casos donde existe una inflamación importante y su uso está restringido a una duración lo más corta posible. Otro de los tratamientos tópicos más utilizados y seguros es el tacalcitol. Se trata de una sustancia análoga a la vitamina D que actúa sobre el crecimiento de las células de la piel.
En cuanto los tratamientos generales existen diferentes alternativas. Se caracterizan, principalmente, por tener más riesgo de producir efectos adversos y requerir controles clínicos y analíticos frecuentes. Se reservan para casos más graves de psoriasis, ya sea porque es más extendida o porque produce síntomas como picor, descamación o enrojecimiento importante de la piel. Entre los tratamientos generales o también denominados sistémicos se encuentran varios medicamentos que actúan directamente sobre las sustancias responsables de la inflamación de la piel.
Para más información, consultar con un especialista en Dermatología.