Pubertad precoz en adoptados. ¿Cuáles son los factores de riesgo?
La pubertad precoz es la aparición de los caracteres sexuales antes de los 8 años en la niña y de los 9 años en el niño. El riesgo de desarrollar pubertad precoz es de 20 a 30 veces superior en los menores adoptados en el extranjero respecto a la población general infantil.
El inicio de la pubertad y su progresión depende de factores neurohormonales, es decir, de la activación del eje hipotálamo-hipófiso-gonadal. En el desarrollo de la pubertad precoz se implican también factores nutricionales y psicoafectivos. Las consecuencias de una pubertad precoz son, además de la aparición temprana de los caracteres sexuales, una aceleración del crecimiento y de la maduración ósea. Esto conduce a un cierre precoz de los cartílagos de crecimiento provocando que la talla final adulta sea menor de la que le correspondería. A esto se suelen asociar cambios conductuales y psicológicos y problemas de integración.
Factores de riesgo de pubertad precoz
Los factores de riesgo de pubertad precoz en adoptados son:
- Sexo: afecta a las niñas en el 90% de los casos.
- País de origen: se observa con mayor frecuencia en procedentes de Latinoamérica, sudeste de Asia e India.
- Edad en el momento de la adopción: la incidencia se duplica en los adoptados por encima de los 2 años de edad y se cuadruplica en los adoptados por encima de los cinco años de edad.
- Estado de nutrición y desarrollo físico: es más frecuente en aquellos que llegan con malnutrición crónica o con retraso pondoestatural y que en un corto periodo de tiempo realizan un crecimiento recuperador (catch up) alcanzando su masa corporal determinada genéticamente.
- Deprivación afectiva y maltrato: es más frecuente en aquellos que presentan este antecedente y que alcanzan rápidamente una estabilidad psíquica y funcional con la nueva familia.
Tratamiento de la pubertad precoz
La pubertad precoz tiene un impacto importante tanto en el desarrollo físico como en el psicológico del niño y su familia. En Pediatría, un diagnóstico precoz y acertado condiciona el éxito del tratamiento y la evolución favorable del cuadro clínico. Por ello, se recomienda un seguimiento periódico del aumento de la talla, el peso, la maduración ósea y la aparición de caracteres sexuales en los niños adoptados en el extranjero.