¿Qué es la hiperhidrosis?
La hiperhidrosis es la transpiración o sudoración excesiva. Los especialistas en Cirugía Torácica explican que puede producirse en una única zona o bien ser generalizada.
¿Qué causa la hiperhidrosis?
Existen dos tipos de hiperhidrosis: hiperhidrosis primaria, cuando se produce sin causa aparente, o hiperhidrosis secundaria, cuando la causa es conocida.
La hiperhidrosis primaria es el exceso de sudoración sin causa aparente. Se da principalmente en mujeres en las zonas de las palmas de las manos, las plantas de los pies y las axilas.
Cuando la sudoración se produce en una zona localizada, las causas suelen ser emocionales, por ejercicio físico, calor o fiebre. También puede producirse en momentos de ansiedad, excitación, ira o miedo.
Se llama sudoración gustativa la que ocurre alrededor de los labios y la boca cuando se ingieren comidas o bebidas calientes o picantes.
La sudoración compensadora es la aparición de una sudoración intensa después de una simpatectomía. La sudoración generalizada afecta a prácticamente toda la superficie corporal.
Por otro lado, en la hiperhidrosis secundaria las causas son alteraciones endocrinas, tumores o infecciones, entre otras.
Hiperhidrosis: diagnóstico
Realizando al paciente una serie de preguntas y comprobando la hiperhidrosis, el diagnóstico es sencillo aunque siempre puede confirmarse con la realización de determinadas pruebas. Es conveniente realizar una analítica para descartar enfermedades como la diabetes o la leucemia, así como evaluar la función de la glándula tiroides.
Cuando el doctor examina a un paciente, la sudoración suele estar presente ya que suele encontrarse nervioso. La ropa puede estar mojada. Además, las palmas de las manos y las plantas de los pies tienen una coloración pálida y, en casos muy severos, pueden presentar maceración y fisuras. Como consecuencia de la hiperhidrosis suele haber estrés emocional (círculo vicioso) y aislamiento social, en mayor o menor grado.
El diagnóstico de hiperhidrosis primaria es clínico. Las pruebas de laboratorio habituales pueden ayudar a descartar patologías que producen hiperhidrosis secundaria.