¿Qué es la miocardiopatía hipertrófica?
La característica principal de la miocardiopatía hipertrófica es la presencia de un engrosamiento anormal del músculo cardiaco. En la miocardiopatía hipertrófica, el aumento muscular es más exagerado que en los casos de hipertensión arterial o entrenamientos físicos prolongados, y aparece en ausencia de una causa determinada.
La gran mayoría de pacientes heredan esta enfermedad y suele transmitirse de padres a hijos sin saltar generaciones. Cada hijo de una persona afectada tiene aproximadamente un 50% de posibilidades de heredar la enfermedad y ésta suele desarrollarse durante la adolescencia.
¿Cuáles son sus síntomas?
No hay ningún síntoma que sea único para detectar la miocardiopatía hipertrófica e incluso muchos pacientes no tienen ningún síntoma. No obstante, los más frecuentes son la falta de aire, dolor en el pecho, palpitaciones, mareo y pérdida de conciencia.
¿Cómo se diagnostica?
Actualmente, el diagnóstico se consigue tras la realización de un ecocardiograma. Pueden ser necesarias otras pruebas encaminadas a la valoración de los síntomas, valoración del riesgo de complicaciones, en especial el riesgo de muerte súbita, y seleccionar el tratamiento más idóneo (prueba de esfuerzo, Holter ECG de 24 horas, cardio-resonancia magnética, cateterismo, estudio electrofisiológico, etc.).
¿Cuál es su tratamiento y pronóstico?
El tratamiento tiene como objetivo mejorar los síntomas y prevenir las complicaciones. A pesar de que esta enfermedad es incurable, hay muchas formas de tratamiento disponibles, las cuales suelen aliviar los síntomas. Muchas personas no requieren tratamiento. Aunque la muerte súbita es la complicación más temida de la MH, es un fenómeno relativamente infrecuente y puede ser prevenida en la mayoría de los pacientes. En los casos más excepcionales, se recomienda habitualmente la implantación de un Desfibrilador interno (DAI).
Para la mayoría de pacientes, el hecho de padecer una miocardiopatía no interfiere en su calidad de vida. Siempre se recomienda realizar revisiones por un cardiólogo y seguir una serie de consejos generales, así como evitar esfuerzos físicos competitivos o esfuerzos extenuantes.