¿Qué hacer en caso de acúfenos?
La percepción de ruidos en el oído, sin la exigencia de una fuente sonora externa, recibe el nombre de acúfeno o tinitus.
La forma más habitual de manifestación del acúfeno es el que aparece de forma transitoria sin relación con otras patologías ni alteraciones auditivas. Por lo tanto, lo más probable es que ceda de forma espontánea en un periodo de horas o días y que no lleve asociada sordera ni otra enfermedad.
En segundo lugar, nos encontramos el acúfeno que aparece en pacientes con una hipoacusia previa, en particular en el caso de la exposición a ruido laboral. La asociación de acúfeno pérdida auditiva y crisis de vértigo la encontraremos en la enfermedad de Ménière. Un acúfeno como parte de otras enfermedades de mayor trascendencia, aunque posible, es excepcional, una consulta con el especialista le permitirá relajarse y afrontar un futuro sin molestias.
Causas de los acúfenos
En un gran número de casos resulta imposible identificar con seguridad la causa de los mismos, pero sabemos que alteraciones en la vascularización o la musculatura cercana al oído y, con más frecuencia, lesiones en el recorrido del nervio auditivo, desde el oído interno hasta el cerebro son causa de acúfenos.
Factores que provocan acúfenos
Generalmente los factores que pueden lesionar el oído interno son también causa de acúfenos. La exposición constante o brusca a sonidos intensos en el trabajo o en el tiempo de ocio y los cambios de presión como los que se producen en el buceo, afectan a las células del oído que, al alterarse, pueden generar acúfenos.
Es muy común experimentar la sensación de acúfeno transitorio tras pasar por un concierto o una discoteca: si la exposición a ruido es más prolongada o más grave, el acúfeno puede persistir a lo largo del tiempo.
Componente hereditario de los acúfenos
En algunas familias existe una debilidad hereditaria del oído interno que favorece la aparición de sordera, en estos casos, no es infrecuente que aparezcan también acúfenos.
Tratamientos de los acúfenos
Todos los acúfenos se pueden tratar. Tal y como sucede con otras enfermedades, no en todos los casos existe cura, sin embargo en la inmensa mayoría de los casos, un estudio correcto y un tratamiento adecuado pueden mejorar la situación del paciente.
Existen diferentes tipos de tratamiento que se aplicarán dependiendo de los datos obtenidos durante el estudio de cada paciente.
La utilización de medicación permitirá resolver o mejorar el acúfeno actuando a nivel del oído o de las conexiones cerebrales del nervio auditivo.
En los casos en que encontremos pérdida auditiva asociada la utilización de audioprótesis o implantes mejorará el acúfeno ya que el estímulo del oído con ruido útil puede enmascarar al acúfeno.
En otros casos, la resolución de la enfermedad del oído mediante cirugía será también capaz de solucionar el acúfeno.
En cualquier caso resultará imprescindible que el paciente reciba la mayor información posible sobre su patología y tenga la oportunidad de entender en qué consiste y cómo remediarla ya que la colaboración del paciente favorece el desarrollo de mecanismos que aumentan de forma muy importante la tolerancia al acúfeno.
Prevención de los acúfenos
La protección frente al ruido es la medida más importante para prevenir los acúfenos. Un correcto seguimiento de la salud auditiva junto al tratamiento adecuado de la patología de oído por el especialista otorrinolaringólogo son las mejores medidas de prevención.