Qué hacer para combatir el sudor excesivo
Según los especialistas en Dermatología, el sudor abundante o hiperhidrosis es un trastorno crónico que afecta a partes del cuerpo como las manos, pies o axilas. Es una patología que sufre casi un 3% de la población y que causa una disminución de la calidad de vida, perjudica las relaciones sociales y las actividades profesionales y, en ocasiones, origina fobia social.
La hiperhidrosis en las axilas, como en cualquier otro tipo de hiperhidrosis, acostumbra a producirse por primera vez durante el período de la pubertad y la adolescencia temprana. Los especialistas en Dermatología aconsejan acudir al médico, ya que son varios los tratamientos que eliminan la hiperhidrosis temporalmente. A continuación se detallas algunas soluciones cotidianas:
- Bañarse diariamente para controlar la cantidad de bacterias en la piel.
- Secarse bien después de bañarse. Las bacterias y los hongos crecen en sitios húmedos, por ejemplo, en las axilas.
- Aplicar antitranspirantes dos veces al día, mañana y tarde. O bien, si está utilizando un antitranspirante una vez al día, aplicarlo también por la noche en lugar de por la mañana.
- Elegir ropa permeable al aire. Usar tejidos naturales como algodón, lana y seda, que permiten que la piel respire. Para realizar ejercicio físico lo aconsejable es usar tejidos de alta tecnología que absorben la humedad de la piel.
- Usar escudos de vestir, cojines pequeños que van en las axilas para absorber el sudor, pueden ser una opción. También se pueden llevar camisas limpias extra en caso de emergencia.
- Lavar la ropa con frecuencia y cambiarla a menudo.
- Evitar las bebidas calientes como el café, además del alcohol y las especias.
- Probar técnicas de relajación como el yoga y la meditación, que pueden ayudar a aprender a controlar el estrés que a su vez provoca transpiración.
- Cambiar la dieta. Tomar nota de todos los alimentos y bebidas que le hacen sudar más de lo habitual. Si es posible, eliminarlos de su dieta. No consumir bebidas con cafeína, alcohol y alimentos con olores fuertes como el ajo y la cebolla.