¿Qué son las bombas de insulina?
La terapia con sistemas de Infusión Subcutánea Continua de Insulina (ISCI) o bombas de insulina consiste en la utilización de dispositivos electrónicos (microinfusoras) que permiten la administración continua de la hormona a través de un catéter que se inserta de forma subcutánea.
Sin duda es la mejor y más avanzada manera de tratar la diabetes mellitus tipo 1, que es el tipo de diabetes que afecta con mayor frecuencia a niños y adolescentes, y está indicada para la inmensa mayoría de los pacientes.
Además, en las consultas de Endocrinología tenemos a nuestra disposición sistemas de ISCI que integran sensores de glucosa intersticial y permiten ajustar las dosis de insulina de forma más precisa y fisiológica.
Beneficios de las bombas de insulina
Los beneficios son múltiples y en varias áreas:
- Aumentan significativamente la calidad de vida percibida por los pacientes
- Disminuye las incidencias de complicaciones (hipoglucemias, hiperglucemias, cetoacidosis diabética)
- Permiten evitar el uso de análogos de insulina ultra-lentos, que son sustituidos por una infusión basal continua de insulina ultra-rápida mucho más fisiológica y parecida a la forma de funcionar del páncreas sano.
- Facilitan la administración de múltiples bolos de insulina al día sin necesidad de recibir un pinchazo en cada ocasión, lo que hace más flexible el tratamiento dietético.
- Los modelos que van asociados a sensores continuos de glucosa intersticial, permiten predecir y evitar las hipoglucemias mediante auto-suspensiones de la infusión. Esto es especialmente importante en el caso de pacientes de corta edad, de hipoglucemias inadvertidas o hipoglucemias nocturnas frecuentes.
Bombas de insulina: cómo funcionan
Las micro-infusoras son programadas por el médico y la enfermera educadora en función de las necesidades y características de cada paciente y administran la insulina a través del catéter en pequeñas cantidades y de forma continua. Hay catéteres de diferentes tamaños según la edad del paciente y que se cambian cada 3 días, por lo que se pasa de 5-6 pinchazos al día a uno cada 3 días.
El sistema infunde una pequeña cantidad de insulina de continuadamente, de forma comparable al riego de los árboles: "gota a gota". Antes de cada comida, con la ayuda de la máquina, el paciente calcula cuánta insulina va a necesitar para cubrir esa ingesta y da la orden a la bomba para que le proporcione la dosis que necesita y de la forma más adecuada al tipo de comida que se va a tomar.
Aunque ya hay prototipos en experimentación y con buen resultado, a día de hoy sigue siendo imprescindible la interacción del paciente con la micro-infusora para ajustar las dosis y el momento de su administración. Las bombas de insulina no pueden ser consideradas en la actualidad páncreas artificiales.
Los conocimientos y habilidades necesarios para lograr una exitosa terapia con el sistema de ISCI se transmiten a los pacientes y sus familias a través de un curso durante el cual se procede a la implantación del dispositivo. Durante el mismo se revisan y adecúan los conceptos que ya se tienen sobre insulinoterapia, alimentación (dieta por intercambios) y manejo de complicaciones y situaciones especiales.
También se enseña a interpretar las lecturas del sensor de glucosa intersticial en combinación con las determinaciones de glucemia capilar. Este curso tiene continuidad posteriormente en forma de clases de educación diabetológica, que acompañarán al paciente diabético de forma periódica e ininterrumpida.
Riesgos de las bombas de insulina
El tratamiento de la diabetes mellitus tipo 1 mediante bombas de insulina no conlleva ningún riesgo específico especial. Aun así, es importante hacer un uso cuidadoso y responsable de la terapia, supervisando el funcionamiento del dispositivo y atendiendo las alarmas programadas. De este modo, se puede hacer frente a posibles incidencias o circunstancias en las que la infusión de insulina se ha interrumpido, como por ejemplo en caso de presencia de burbujas de aire en el sistema o acodamiento del catéter.