¿Qué ventajas y riesgos ofrece el parto en el agua?
La atención al parto en el agua es una alternativa a la técnica tradicional y, actualmente, una demanda real entre algunas gestantes. Ante esta demanda, y sobre todo ante tanta discusión sobre el tema, la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia ha elaborado en colaboración con la Sociedad Española de Neonatología un documento de consenso.
Ambas organizaciones concluyen que:
1. La asistencia durante el período de dilatación en el agua supone una menor utilización de la anestesia epidural.
2. La atención en el momento de expulsar al niño en el agua supone una mayor satisfacción respecto al parto tradicional en las madres y ninguna ventaja para el recién nacido.
3. Las investigaciones realizadas sobre el tema tienen destacadas limitaciones; se han realizado pocas y no están bien diseñadas, de manera que no aportan fiabilidad suficiente en sus conclusiones (desde el punto de vista de las sociedades científicas comentadas anteriormente).
4. Es complejo establecer la incidencia de complicaciones maternas y fetales en esta clase de parto. Actualmente, existen escasos ejemplos de situaciones como sepsis neonatal, infección de la sangre que aparece en un bebé de menos de 90 días de edad; dificultades en la termoregulación, shock hipovolémico por rotura del cordón umbilical, dificultad en la respiración del nacido por aspiración de agua y la correspondiente alteración cerebral del nacido.
En condiciones habituales, el recién nacido al salir en el agua no aspira por la existencia del reflejo de buceo. Sin embargo, esta acción espontánea se pierde si en caso de ser una situación de pérdida de bienestar fetal y es fácil que intenten respirar estando sumergidos, con las complicaciones de ahogamiento que ello implica.
Ventajas del parto en el agua
Las ventajas de este tipo de atención al parto están sobre todo enfocadas a la satisfacción materna. Sin embargo, es importante proporcionar a las mujeres una información objetiva, detallada y basada en datos reales y concretos para que sean conocedoras de los riesgos de esta práctica.
Aunque existe el respeto a la autonomía y a la libertad de elección por parte de la madre y el padre, éstas tienen como límite la seguridad del recién nacido. En la actualidad, ante la carencia sobre alguna evidencia científica que el parto en el agua proporcione algún beneficio y la ausencia de datos concluyentes sobre la seguridad del recién nacido, así como la existencia de casos clínicos con complicaciones graves y de evolución fatal, se recomienda esta manera de asistencia al parto únicamente en el caso de ser un ensayo clínico controlado.