Quince años brindando profesionalidad, trato humano y tecnología en la urología de Barcelona
¿Qué factores impulsaron la creación del instituto?
El Instituto Médico Tecnológico abrió sus puertas en marzo del 2001. A título personal, llevaba 18 años trabajando en un centro público en Barcelona, lo que me permitió obtener un conocimiento profundo de las necesidades de la urología y de los nuevos retos que se iniciaban con la rápida incorporación de nuevas tecnologías a la especialidad. Aunque inicialmente el proyecto fue individual, rápidamente se materializó y pasó a ser colectivo con la incorporación de otros urólogos y otras disciplinas relacionadas, como nefrología, andrología, psicología, fisioterapia.
¿Qué tecnologías o técnicas quirúrgicas se incorporaron inicialmente?
Desde el primer momento comprendimos que las tecnologías avanzaban hacia los tratamientos poco agresivos. Sin embargo, los porcentajes de curación deben ser similares o superiores a la cirugía si se trata de cánceres, o de solución del problema con mínimas complicaciones si se trata de patologías no malignas, como por ejemplo el crecimiento benigno de la próstata, las litiasis (cálculos) o la incontinencia urinaria femenina y masculina. Por ello, desde el 2003 confiamos –y no nos equivocamos– en la braquiterapia para el cáncer de próstata y en la cirugía laparoscópica para los cánceres de riñón, vejiga o próstata. Hemos sido el primer centro en España en realizar el tratamiento del cáncer de próstata con braquiterapia en tiempo real dinámico. Desde el 2003 hemos tratado con braquiterapia 400 pacientes con cáncer de próstata poco agresivo con un porcentaje de curación cercano al 90%, algo superior al tratamiento de estos tumores con cirugía, que es del 85% aproximadamente.
En 2003 iniciamos también los tratamientos de la próstata con láser, cuando la mayoría de los urólogos consideraban que era una técnica que nunca podría reemplazar a la resección transuretral con bisturí eléctrico. Actualmente, tras 13 años de experiencia con láser y la evolución permanente hacia nuevos aparatos cada vez más potentes, la vaporesección prostática con láser de Thullium de 200 vatios es una técnica que nos permite tratar de forma poco agresiva (a través de la uretra), y con un ingreso inferior a 24 horas, a enfermos con próstatas mayores de 200 gramos. Si este procedimiento se hace con cirugía abierta requiere al menos cinco días de ingreso y un mes de recuperación. Además, no se necesitan transfusiones de sangre y no existe riesgo de impotencia sexual.
En 2003 instalamos en la Clínica Nostra Senyora del Remei el primer litotritor de ondas de choque para el tratamiento poco agresivo de los cálculos urinarios. Lo renovamos hace tres años por el nuevo modelo con mayores prestaciones y hemos instalado un nuevo litotritor en el Hospital Sanitas Cima. Además, para los pacientes que no puedan ser tratados con litotricia externa incorporamos ureteroscopios rígidos y flexibles que nos permiten llegar hasta los cálculos y destruirlos, ya sea con litotritor neumático o con el láser Thullium con fibras finas de 200 micras. Con este láser se llega a través de ureteroscopio flexible al interior del riñón.
Entre 2003 y 2004 incorporamos los servicios de Fisioterapia y Psicología Clínica. La Unidad de Fisioterapia trata las incontinencia de orina que se producen en los varones tras tratamientos quirúrgicos de enfermedades de la próstata y en las mujeres la incontinencia de orina, que se presenta frecuentemente en la menopausia. En la Unidad de Psicología Clínica se evalúa y se tratan diferentes problemas psicológicos relacionados o no con la urología (cirugías, cáncer, crisis vitales) y la andrología (diferentes disfunciones sexuales).
¿Cuáles han sido los últimos proyectos desarrollados por el Instituto Médico Tecnológico?
En los últimos años hemos iniciado una consulta de urología en la Clínica Salus de Banyoles y en el Centro Médico Can Mora de Sant Cugat, con el objetivo de ofrecer nuestros servicios en esas ciudades y para evitar el desplazamiento de nuestros pacientes a Barcelona.
Recientemente se creó la Unidad de Medicina Sexual para el diagnóstico y tratamiento de las disfunciones sexuales masculinas y femeninas. En dicha unidad contamos con los últimos tratamientos de la disfunción eréctil, como por ejemplo el tratamiento con ondas electromagnéticas que mejora la irrigación de los cuerpos cavernosos del pene. Este tratamiento desarrollado en los años ochenta para la destrucción de los cálculos urinarios se utiliza actualmente no solo para mejorar la impotencia sexual, sino también para un gran número de patologías traumatológicas y de medicina deportiva. Cuando estas ondas son de baja energía producen disminución del dolor (analgesia); a dosis moderadas son antiinflamatorias y activan los mecanismos de reparación de los tejidos. Además, estimulan la creación de nuevos vasos sanguíneos y la regeneración de los tejidos. A dosis elevadas destruyen las calcificaciones, como por ejemplo en las tendinitis calcificantes, por lo que se evitan las cirugías. En el Instituto Médico Tecnológico contamos con una unidad para el tratamiento de lesiones traumatológicas y de medicina deportiva que utiliza esta tecnología innovadora.
En los últimos meses hemos abierto un nuevo instituto monográfico para tratar enfermedades prostáticas: Prostate Institute Barcelona en la Clínica Corachán de Barcelona.
Por otro lado, a través de nuestra web internacional www.prostatebarcelona. com en varios idiomas (inglés, italiano, árabe, ruso y chino) proporcionamos información sobre las patologías urológicas y sobre los tratamientos poco agresivos que ofrecemos.