Relación entre Bruxismo y el Trastorno del Espectro Autista (TEA)
Artículo escrito por Dr. Daniel Mesas y colaboradores
El Bruxismo tiene una fisiopatología compleja, donde se involucran señales aferentes y eferentes reguladas por el SNC a través de la expresión de neurotransmisores que repercute en una hiperactividad muscular disfuncional.
¿Por qué se relaciona el Bruxismo con el Autismo?
Para comprender al Bruxismo desde sus particularidades neurofisiológicas, se realizó una revisión bibliográfica en las bases de Medline y PubMed, con el objetivo de establecer la relación entre neurotransmisores y el Sistema Neuromasticatorio, señalando las posibles alteraciones en su liberación que desencadenen irregularidades en los movimientos rítmicos de la mandíbula (Rhythmic Jaw Mmovement [RJM]) durante la vigilia, iniciados por desórdenes en el sistema nervioso central, por trastornos emocionales como la Ansiedad, respuestas reactivas a situaciones locales y cambios adaptativos.
El Bruxismo trae apareados cambios biológicos, emocionales y de conducta que repercuten en músculos mayores, preferentemente localizados en cabeza y cuello, ocasionando de manera secundaria numerosas alteraciones; particularmente en el Sistema Estomatognático, donde se observan diversos deterioros como daño de las mucosas, Dolor Miofascial y Articular y Atrición Dental. La comprensión de los complejos procesos neurofisiológicos que determinan la aparición y persistencia del Bruxismo puede ayudar a establecer estrategias de control y tratamiento.
Por otro lado, se hizo la revisión bibliográfica en Medline y PubMed, sobre las esterotipias del Espectro Autista, observándose la aparición de movimientos parafuncionales, repetitivos de partes aisladas del cuerpo, como brazos, cintura, piernas y mandíbulas, este último hecho similar o tal vez igual al Bruxismo Diurno.
Teniendo en cuenta, que el disparador, al igual al Bruxismo descrito en el inicio, es consecuencia de trastornos centrales, relacionados con la Ansiedad y una forma del cerebro primitivo, para controlarla, a través de Sistema límbico, Núcleo caudado y corteza Pre-Frontal.
Por otro lado, el Autismo, es conceptualizado, por el DSM-IV, como un Trastorno Generalizado del Desarrollo de Origen Neurobiológico, que afecta el funcionamiento cerebral y puede concomitar con otros trastornos. Se caracteriza por la perturbación grave y generalizada de varias áreas del desarrollo que afecta las habilidades para la interacción social, las habilidades para la comunicación y presenta comportamientos, intereses y actividades estereotipadas; impropias para su nivel de desarrollo o edad del sujeto.