Relación entre el melanoma y el embarazo

Relación entre el melanoma y el embarazo

Top Doctors
Escrito por: La redacción de Top Doctors
Editado por: TOP DOCTORS® el 07/06/2019

A las mujeres en edad fértil con alto riesgo de padecer melanoma y a aquellas que ya han tenido uno les preocupa si un eventual embarazo podría aumentar el riesgo de aparición de un melanoma o empeorar su curso evolutivo y su pronóstico.

 

Hace 20 o 30 años sí se consideraba que el embarazo podría aumentar el riesgo de padecer melanoma, o que podría empeorar su pronóstico y evolución.

 

Aún no tenemos una respuesta totalmente certera para estas preguntas, pero sí vamos consiguiendo información tranquilizadora al respecto. Los datos más recientes no reflejan que el embarazo aumente el riesgo de melanoma ni que empeore su pronóstico, tal y como se recoge en un artículo en el Journal of the American Academy of Dermatology del pasado mes de octubre.

 

Muchas de las relaciones entre embarazo y melanoma seguramente sean fruto de la casualidad.

El diagnóstico precoz es la clave para evitar problemas mayores

El melanoma es un tumor relativamente frecuente en adultos jóvenes, siendo el tumor maligno más frecuente entre las mujeres de entre 25 y 35 años. Aunque esto está condicionado por la rareza de otros tumores a esta edad, es decir, a la edad en la que las mujeres suelen quedarse embarazadas los demás tumores malignos son tan infrecuentes o más que el propio melanoma. De hecho, el abuso del sol en la adolescencia o el uso de lámparas de bronceado artificial relativamente extendido entre mujeres jóvenes seguro que tienen más que ver con todo ello que el propio embarazo.

 

Por otra parte, los lunares y muchos melanomas pueden expresar receptores beta para estrógenos, que no tienen por qué ser funcionales. Esto sí podría explicar que en algunos casos concretos se pudiera dar una cierta relación entre ciertos estímulos hormonales y el desarrollo o la evolución de un melanoma, pero insisto, no es la regla. Por el mismo motivo, es controvertido el uso de anticonceptivos hormonales, de estimulantes de la ovulación y de terapia hormonal sustitutoria en mujeres de alto riesgo para padecer melanoma o que ya lo han tenido. Pero también en este caso, los datos más recientes tienden a indicarnos que la influencia de estos tratamientos sobre la incidencia o evolución del melanoma, si la hay, sería mínima.

 

Aunque se trata de cuestiones que aún están abiertas, las noticias más recientes son, en general, tranquilizadoras. El riesgo de melanoma no parece modificarse significativamente por el embarazo, y su pronóstico dependería de los mismos factores que son operativos en cualquier otro melanoma.

 

Lo que sí es seguro que el diagnóstico precoz sigue siendo la clave para evitar problemas mayores. Por ejemplo, la dermatoscopia digital es una excelente opción para vigilar a cualquier mujer de riesgo con lunares abundantes o atípicos, y es una prueba que se puede realizar sin problemas durante el embarazo.

 

Para más información consulta con el dermatólogo.

Dermatología