Rellenos faciales, antes y después
Los rellenos faciales son sustancias flexibles que podemos inyectar en la piel para mejorar las arrugas finas, los labios deshidratados y sin turgencia, aumentar los pómulos, reparar imperfecciones faciales, mejorar cicatrices y elevar surcos profundos.
Existen distintos tipos de rellenos faciales, tales como el colágeno, la grasa y el más utilizado en nuestros centros que es el Ácido Hialurónico, ya que no implica ni tests de alergia ni tratamientos quirúrgicos. Ello unido a una gran eficacia a bajo coste y con riesgos mínimos, lo convierte en la actualidad en nuestro sistema de relleno facial de elección.
Existen en el mercado diversos tipos de ácidos hialurónicos, según el área a tratar, el tipo de piel o las expectativas del paciente, el profesional elegirá el más adecuado para cada caso.
Duración de los rellenos faciales
El resultado, duración y frecuencia del tratamiento dependerá en primer lugar del tipo de relleno que utilicemos, las áreas tratadas y la capacidad de re absorción de los materiales por parte de la piel del paciente. Los resultados generalmente duran entre 8 y 18 meses, aunque es recomendable en la mayoría de los casos llevar a cabo sesiones de "recuerdo" que nos permitirán prolongar el resultado con menor cantidad de producto. Las técnicas combinadas como el uso de toxina botulínica en las arrugas de expresión también favorecen una mayor duración del resultado.
Ácido hialurónico, seguro y eficaz
Los rellenos faciales son generalmente considerados seguros y efectivos. El especialista tras realizar la historia clínica decidirá si existe alguna contra indicación médica para llevar a cabo el tratamiento y si es lo más adecuado en ese caso.