Rellenos faciales: técnicas y materiales, sus ventajas e inconvenientes
Los materiales indicados para los rellenos faciales se clasifican en función de su duración en el tejido. Los temporales, los semipermanentes y los permanentes son los tipos resultantes, cuya principal diferencia no sólo es la duración, sino también del material utilizado.
Los rellenos temporales utilizados constan de una base de ácido hialurónico, colágeno o carboximetilcelulosa. La base de los semipermanentes, por su lado, es de ácido poliláctico, hidroxiapatita de calcio o de microesferas de polimetilmetacrilato. Los permanentes, por último, poseen una base de poliacrilamida reticulada.
La elección de un tipo de relleno u otro dependerá del resultado que se desee y de los efectos indeseables que puedan aparecer. En la actualidad, sin embargo, la gran mayoría de los profesionales en Medicina Estética apoyan el uso de los rellenos temporales para intervenciones estéticas, fundamentalmente el ácido hialurónico.
El argumento utilizado por los doctores es muy lógico: debido a la naturaleza dinámica del envejecimiento, se recomienda aplicar rellenos de forma paulatina e ir tratando los signos de la vejez. A todo ello se le deben sumar el uso seguro, el fácil manejo y los casi inexistentes efectos secundarios del ácido hialurónico.
¿La aplicación de rellenos faciales es dolorosa?
Los profesionales médicos deben informar y asesorar correctamente al paciente para asegurarse de que sus expectativas y los resultados coinciden. Y muy importante, firmar consentimiento informado del tratamiento y conocer el producto que se les va inyectar.
El tratamiento es muy sencillo y con una duración de 30 minutos por sesión aproximadamente. Dicho procedimiento sigue las pautas que se detallan a continuación:
- Un primer pinchazo a través del cual se inyecta el producto en la zona a tratar.
- Una vez inyectado, el producto se manipula para adecuarlo al resultado que se desea obtener.
Este primer pinchazo es el que causa dolor al paciente, pues se debe aclarar que la aplicación y la manipulación del producto inyectado es totalmente indolora.
Un aspecto importante y que se debe evitar es la sobrecorrección. Las prisas en este tipo de tratamientos son malas compañías. Para eludirla, lo más recomendable es realizar el procedimiento en varias sesiones. De esta manera, el paciente obtendrá un resultado estético óptimo al final del proceso.
El uso de anestesia dependerá del umbral del dolor de cada paciente y del tipo de relleno a aplicar. Algunos preparados contienen lidocaína, y esto facilita la tolerancia de las inyecciones; sin embargo, se debe recalcar que éste no es un tratamiento doloroso. La mera aplicación de hielo sobre la piel intervenida es suficiente.
Durante la inyección del producto el paciente no siente ninguna sensación especial, pues es indoloro como ya se ha comentado anteriormente. Después del tratamiento, es posible que aparezca algún hematoma y una ligera inflamación que durará un par de días. Tras su aplicación el paciente puede seguir con sus tareas habituales, ya que esta intervención no deja rastro ni incapacita de ninguna manera.
¿Los resultados de estos implantes son duraderos?
Para la corrección de arrugas de carácter estético, en la actualidad nos decantamos por materiales reabsorbibles. Esto implica que su duración en el tiempo es limitada, pero hay que tener en cuenta que la anatomía del rostro y las arrugas cambian. Por ello los materiales de relleno permanentes no se indican en estos casos, reservándose para alteraciones estructurales tipo lipodistrofias o lipoatrofias faciales.
Hoy en día la durabilidad de los rellenos temporales ha mejorado mucho. Se pueden encontrar duraciones de un año o incluso más, manteniendo su forma.
¿Se realiza algún tipo de estudio previo a la intervención?
En caso de no disponer de ella, se debe realizar un historial médico al paciente. En él, tienen que aparecer su medicación habitual, sus antecedentes médicos y sus alergias o enfermedades.
Como precaución se recomienda que los pacientes no ingieran fármacos que puedan ocasionar un sangrado prolongado tipo antiinflamatorios o complejos vitamínicos que contengan vitamina E.
¿Existe algún tipo de contraindicación?
Los materiales de relleno están contraindicados durante el embarazo y la lactancia. Tampoco se recomiendan en pacientes que sufran enfermedades autoinmunes o receptores de determinados tratamientos.
En referencia a los materiales permanentes o semipermanentes, las personas intervenidas no deben tener antecedentes de cicatrices hipertróficas o queloides. Si hay constancia de que el paciente puede llegar a sufrir una reacción alérgica al material, el profesional médico debe realizar una prueba previa para determinarlo.
Los materiales indicados para los rellenos faciales se clasifican en función de su duración en el tejido. Los temporales, los semipermanentes y los permanentes son los tipos resultantes, cuya principal diferencia no sólo es la duración, si no también del material utilizado.
Los rellenos temporales utilizados constan de una base de ácido hialurónico, colágeno o carboximetilcelulosa. La base de los semipermanentes, por su lado, es de ácido poliláctico, hidroxiapatita de calcio o de microesferas de polimetilmetacrilato. Los permanentes, por último, poseen una base de poliacrilamida reticulada.
La elección de un tipo de relleno u otro dependerá del resultado que se desee y de los efectos indeseables que puedan aparecer. En la actualidad, sin embargo, la gran mayoría de los profesionales en Medicina Estética apoyan el uso de los rellenos temporales para intervenciones estéticas, fundamentalmente el ácido hialurínico.
El argumento utilizado por los doctores es muy lógico: debido a la naturaleza dinámica del envejecimiento, se recomienda aplicar rellenos de forma paulatina e ir tratando los signos de la vejez. A todo ello se le deben sumar el uso seguro, el fácil manejo y los casi inexistentes efectos secundarios del ácido hialurónico.
¿La aplicación de rellenos faciales es dolorosa?
Los profesionales médicos deben informar y asesorar correctamente al paciente para asegurarse de que sus expectativas y los resultados coinciden. Y muy importante, firmar consentimiento informado del tratamiento y conocer el producto que se les va inyectar.
El tratamiento es muy sencillo y con una duración de 30 minutos por sesión aproximadamente. Dicho procedimiento sigue las pautas que se detallan a continuación:
- Un primer pinchazo a través del cual se inyecta el producto en la zona a tratar.
- Una vez inyectado, el producto se manipula para adecuarlo al resultado que se desea obtener.
Este primer pinchazo es el que causa dolor al paciente, pues se debe aclarar que la aplicación y la manipulación del producto inyectado es totalmente indolora.
Un aspecto importante y que se debe evitar es la sobrecorrección. Las prisas en este tipo de tratamientos son malas compañías. Para eludirla, lo más recomendable es realizar el procedimiento en varias sesiones. De esta manera, el paciente obtendrá un resultado estético óptimo al final del proceso.
El uso de anestesia dependerá del umbral del dolor de cada paciente y del tipo de relleno a aplicar. Algunos preparados contienen lidocaína, y esto facilita la tolerancia de las inyecciones; sin embargo, se debe recalcar que éste no es un tratamiento doloroso. La mera aplicación de hielo sobre la piel intervenida es suficiente.
Durante la inyección del producto el paciente no siente ninguna sensación especial, pues es indoloro como ya se ha comentado anteriormente. Después del tratamiento, es posible que aparezca algún hematoma y una ligera inflamación que durará un par de días. Tras su aplicación el paciente puede seguir con sus tareas habituales, ya que esta intervención no deja rastro ni incapacita de ninguna manera.
¿Los resultados de estos implantes son duraderos?
Para la corrección de arrugas de carácter estético, en la actualidad nos decantamos por materiales reabsorbibles. Esto implica que su duración en el tiempo es limitada, pero hay que tener en cuenta que la anatomía del rostro y las arrugas cambian. Por ello los materiales de relleno permanentes no se indican en estos casos, reservándose para alteraciones estructurales tipo lipodistrofias o lipoatrofias faciales.
Hoy en día la durabilidad de los rellenos temporales ha mejorado mucho. Se pueden encontrar duraciones de un año o incluso más, manteniendo su forma.
¿Se realiza algún tipo de estudio previo a la intervención?
En caso de no disponer de ella, se debe realizar un historial médico al paciente. En él, tienen que aparecer su medicación habitual, sus antecedentes médicos y sus alergias o enfermedades.
Como precaución se recomienda que los pacientes no ingieran fármacos que puedan ocasionar un sangrado prolongado tipo antiinflamatorios o complejos vitamínicos que contengan vitamina E.
¿Existe algún tipo de contraindicación?
Los materiales de relleno están contraindicados durante el embarazo y la lactancia. Tampoco se recomiendan en pacientes que sufran enfermedades autoinmunes o receptores de determinados tratamientos.
En referencia a los materiales permanentes o semipermanentes, las personas intervenidas no deben tener antecedentes de cicatrices hipertróficas o queloides. Si hay constancia de que el paciente puede llegar a sufrir una reacción alérgica al material, el profesional médico debe realizar una prueba previa para determinarlo.