Riesgos de una mamoplastia de aumento
Una mamoplastia de aumento es una intervención que conlleva cada vez menos riesgos. Sin embargo, es importante seguir ciertos consejos para evitar, sobre todo, la aparición de la contractura capsular.
Mamoplastia de aumento, mínimos riesgos
En general una mamoplastia de aumento es una intervención de corta duración que presenta escasas complicaciones, con una recuperación muy rápida. Sin embargo, la paciente que se coloca un implante de mama deberá comprender que no es una intervención de por vida y que, con probabilidad, deberá volver a pasar por quirófano por problemas ocasionados por el propio implante o por problemas derivados de la interacción del implante con su organismo.
En el estudio CORE y actualizaciones, realizado por la FDA (agencia del medicamento de Estados Unidos) sobre los problemas que presentaban los implantes de las dos empresas americanas aprobados en dicho país para el aumento mamario estético, deslumbraban tasas de reintervención a 10 años, entre un 25 y un 30%. Es decir, a los diez años, una de cada 3 pacientes debía volver a pasar por quirófano para recambiar el implante o solucionar problemas como la contractura capsular.
Contractura capsular, riesgo más frecuente en una mamoplastia de aumento
A pesar de los avances tecnológicos en el campo de la cirugía de aumento de pecho, y que la rotura del implante es a fecha de hoy un problema muy poco frecuente, la complicación más frecuente que puede surgir es la contractura capsular, problema derivado de la interacción del implante con el cuerpo de la paciente.
Cualquier material protésico en el organismo origina una cicatriz interna que va a envolverla. Esta cicatriz se denomina cápsula periprotésica y, en condiciones normales, es muy elástica y laxa adaptándose a la forma del implante. Esta cápsula, por determinadas circunstancias (contaminación del implante en la cirugía, baja calidad del mismo, transcurso de los años, etc.) se puede hacer más rígida de manera progresiva, originando la denominada contractura capsular. Esta, que dejada a su curso natural será progresivamente mayor, origina que la mama adquiera forma esférica, se endurezca y origine incluso dolor.
Nuestras técnicas de implantación (lavados con antibióticos intraoperatorios y asepsia rigurosa), unidas a los implantes de máxima calidad y, en concreto, los de cubierta de Poliuretano, garantizan los mínimos riesgos en la aparición de la contractura capsular y los problemas derivados del implante y su interacción con la mama. De hecho, los índices a 10 años son menores al 2-3%, distando mucho del resto de implantes y laboratorios. Sin embargo, los implantes con cubierta de poliuretano tienen el inconveniente del coste y de la alta demanda técnica por parte del cirujano en la planificación y técnica operatoria.
Consejos para evitar riesgos en una mamoplastia de aumento
En la mayor parte de nuestras pacientes, aunque no todas, recomendamos los implantes con forma anatómica. No obstante, en determinados casos (recambios protésicos y determinadas formas de mama) podemos optar por utilizar implantes redondos. Independientemente de la forma del implante utilizado, las prótesis que utilizamos pertenecen a uno de los mejores laboratorios existentes en la actualidad. Sus productos están avalados por las agencias estatales de seguridad farmacológica y sanitaria de máximo nivel, ofreciendo garantía de sustitución de por vida por rotura, además de otras coberturas en el caso de los implantes con cubierta de poliuretano (contractura capsular y rotación).
Estos últimos implantes son de gel de silicona de alta cohesividad y presentan múltiples capas en su envoltura que evitan su rotura y la fuga de la silicona. Además, para disminuir la aparición de contractura, tienen cubierta rugosa o texturada cuya máxima expresión son los implantes con cubierta de poliuretano, de los cuales somos de los especialistas con más experiencia en España. Tecnológicamente son los más avanzados y, sin duda, los que tienen menor índice de complicaciones, por lo que los recomendamos.
Todos estos aspectos de su diseño y material buscan evitar complicaciones y cirugías de recambio a medio y largo plazo, como ocurre con otro tipo de implantes en que es preciso recambiar a los 10-15 años, ya sea por degradación y rotura de los mismos o bien por la aparición de contractura capsular avanzada.
Cuidados postoperatorios para evitar riesgos en la mamoplastia de aumento
Más allá de todo lo expuesto, insistimos mucho en los cuidados postoperatorios durante el mes siguiente a la intervención, que son tan importantes como la propia intervención:
- Dormir hacia arriba
- No levantar los brazos por encima del nivel de la cabeza
- Llevar el sujetador deportivo sin aros durante todo el día
- No masajear el pecho
- Evitar cargar pesos tanto en su vida cotidiana como laboral
- Evitar toda actividad deportiva
Además, de cara a supervisar la correcta evolución de los implantes, en nuestro sistema de garantía ofrecemos una revisión anual garantizada de por vida.