¿Se puede comer jamón durante el embarazo?
Cuando una mujer embarazada acude al Ginecólogo, lo primero que se suele prohibir es comer jamón o hacerlo como mucho después de dos o tres días de haberlo congelado. Sin embargo, esta afirmación está siendo cada vez más cuestionada.
Toxoplasmosis, el riesgo del jamón en el embarazo
Esta prohibición se debe a la toxoplasmosis, una infección provocada por un parásito llamado toxoplasma gondii que se puede trasmitir al bebé. Aunque esta infección sea leve en personas con sistemas inmunológicos saludables, puede ser peligrosa durante el embarazo, ya que el parásito puede afectar a la placenta y al bebé.
Sin embargo, el primer dato a destacar es que en España la cantidad de cerdos infectados por el toxoplasma es tan sólo del 1%, mientras que el de otros animales como las ovejas es del 20-30%. Así pues, ya es improbable de por sí contraer la enfermedad al tomar productos derivados del cerdo.
Jamón curado durante el embarazo
Por otra parte, un estudio de la revista Journal of Food Protection publicado en 2001 comprobó que los jamones que han estado 7 y 14 meses en proceso de curación no presentaban parásitos que se pudieran transmitir.
Además, otro estudio publicado por el Centro Tecnológico Andaluz del Sector Cárnico (Teica) junto con la Consejería de Innovación de la Junta de Andalucía concluyó que el consumo de jamón ibérico de bellota no es perjudicial para las embarazadas, ya que el proceso de curación garantiza la ausencia de toxoplasmosis.
Esto se explica por el efecto de procesos como el salado, que disminuye significativamente la viabilidad del toxoplasma. Otro dato a destacar es que, cuando un jamón tiene más del 2% de concentración de sal, el toxoplasma pierde su capacidad infectiva. Teniendo en cuenta que la concentración de sal en el interior del jamón curado es de entre el 5 y el 8%, se puede concluir que su consumo no es peligroso para el embarazo.