Septoplastia: la solución a los defectos del tabique nasal y la mala respiración
La septoplastia es una cirugía que consiste en la corrección de defectos del tabique nasal. El tabique nasal es una pared osteocartilaginosa que separa ambas fosas nasales.
¿Qué puede hacer necesaria una septoplastia?
La principal causa que hace que el paciente requiera una septoplastia es la dismorfia septal, es decir, la presencia de un tabique nasal que no respeta la línea media. Esto puede dar lugar, entre otros síntomas, a:
- obstrucción nasal
- respiración de predominio oral que predisponga a la apnea del sueño o roncopatía
- cefaleas
Estas dismorfias septales son más frecuentes en la raza caucásica y se pueden clasificar en congénitas o adquiridas (traumáticas o no traumáticas).
No obstante, también existen otras indicaciones de septoplastia menos frecuentes, como la perforación del tabique nasal.
Las pruebas principales que ayudan a demostrar dicha dismorfia septal son diversas: la rinoscopia anterior, fibroendoscopia, TC y Rinomanometría, principalmente.
En qué consiste la septoplastia y qué resultados ofrece
La septoplastia y la corrección de la dismorfia septal se realiza por el especialista en Otorrinolaringología bajo anestesia general mediante procedimientos como son la técnica de Killian o la de Cottle. Se realiza únicamente con incisiones en la zona endonasal, de manera que no queda ninguna cicatriz visible después de la cirugía.
Tras la intervención la morfología de la pirámide nasal no debería variar. Es una intervención que suele durar unos 30 minutos, por lo que es una cirugía breve.
Es común que muchos pacientes suelan requerir una reducción de cornetes por radiofrecuencia, procedimiento que acompaña la septoplastia, para corregir el déficit funcional.
Previamente a la cirugía no son necesarias medidas preoperatorias específicas, más allá de las pruebas básicas (ECG, analítica, etc.), siempre pudiendo variar, en función del tipo de paciente que vaya a ser intervenido.
Cuando finaliza la intervención se introduce un taponamiento nasal bilateral que se retirará a los 3-4 días después de la cirugía. El ingreso hospitalario recomendado suele ser de 24 horas.
Al finalizar la cirugía se introduce un taponamiento nasal bilateral que se retirará a los 3-4 dias después de la cirugía. Esta cirugía suele requerir un ingreso hospitalario de 24h.
El paciente suele experimentar una significativa mejoría en su respiración nasal desde la retirada del taponamiento nasal.