Colon y Recto: manifestaciones clínicas de enfermedad colorrectal
Desde un punto de vista clínico, las enfermedades del colon se caracterizan por presentar manifestaciones similares, a veces inespecíficas que obligan al Médico a agudizar los sentidos para poder llegar a un diagnóstico preciso.
Algunos síntomas de la Diverticulosis, Colon Irritable, Enfermedades Inflamatorias e incluso Tumores son sensación de hinchazón o pesadez del vientre, calambres abdominales, distensión abdominal, diarreas esporádicas, constipación u otros trastornos del ritmo intestinal, además de pérdida de peso y apetito.
La proctorragia es otro síntoma común a la patología colónica, pudiendo presentarse en el caso de divertículos como sangre roja mezclada con la materia fecal o en algunas ocasiones como melena (materia fecal negra y mal oliente). Así mismo, puede ser manifestación de la CU siendo en este caso abundante y anemizante, que requiere de transfusiones; de un Pólipo o de un Cáncer Colorrectal, pudiendo en estos casos estar mezclada con el cilindro fecal o bañando al mismo asociándose o no a la eliminación de moco a manera de clara de huevo, pudiendo acompañarse además de urgencia para defecar, de sensación de evacuación incompleta y de heces afinadas, sobre todo en los Tumores de origen rectal.
Cuadros de oclusión intestinal, es decir falta de eliminación de materia fecal y gases, podemos encontrarlos en estrecheces colónicas debidas en la mayoría de los casos a Tumores del colon izquierdo, o a enfermedad diverticular avanzada. El Dolor Abdominal, asociado a escalofríos y fiebre, nos obliga a descartar primeramente una Diverticulitis aguda complicada o no, y con menor frecuencia un absceso abdominal vinculado a una CU o a una Neoplasia Abscedada. Un síndrome anémico expresado por fatiga, Cefaleas, cansancio, palidez, etc., nos hará pensar en un Tumor de Colon derecho. La presencia de infecciones urinarias a repetición, de fiebre o de eliminación de gases o materia fecal ya sea por orina o por vagina nos hará sospechar la presencia de una fístula (comunicación anormal entre dos órganos) la cual puede tener cualquiera de los orígenes antes descriptos, siendo la causa más frecuente los divertículos.
¿Cómo se diagnostica la patología colorrectal?
El diagnóstico se sospecha tras un interrogatorio y examen minuciosos del paciente, siendo confirmado por los estudios de laboratorio, de imágenes y endoscópicos. Al momento de la consulta un gesto de gran valor y que no debe ser obviado es el tacto rectal, el cual brindará cierta información acerca de la patología en cuestión.
Los métodos de imágenes que se podrán realizar son el colon por enema doble contraste, sobre todo ante la presencia de enfermedad diverticular, en la cual se practicará pasadas 4 semanas de un cuadro agudo; cuando la Colonoscopía no llega hasta el ciego o en los casos en que ésta no ha podido descartar la presencia de una Neoplasia.
La TAC nos brindará información importante en los cuadros inflamatorios y en los Tumores, valorando la invasión de órganos vecinos y a distancia (metástasis). En los Tumores de recto es de gran valor la RMN (resonancia magnética nuclear) de pelvis, la cual nos permitirá determinar la extensión del Tumor y la afectación de los ganglios linfáticos en el interior del mesorrecto, estructura anatómica de gran importancia oncológica.
Otro método que se puede emplear para tal fin es la Ecografía Endorrectal, quedando su solicitud a criterio de su Cirujano. Dentro de los estudios endoscópicos la Fibrocolonoscopía es la variante más solicitada, ya que nos permite evaluar la totalidad de la mucosa colónica, la observación directa de la lesión, la obtención de Biopsias y en el caso de los Pólipos su extracción, dependiendo de su forma y tamaño. Si bien es invasiva, se realiza en la mayoría de los casos bajo sedación. Además de los análisis de rutina y ante la presencia de una Neoplasia, se solicitarán los marcadores tumorales CEA y CA 19-9, de importancia para el seguimiento de estos enfermos.