Síntomas y tratamientos del desprendimiento de retina
El desprendimiento de retina consiste en la separación de la retina neurosensorial del epitelio pigmentario, que es el tejido subyacente. Está causado por la acumulación de líquido entre ambos.
Tiene incidencia en 1 de cada 10.000 personas. Aunque puede afectar a cualquier edad, es más frecuente entre los 40 y los 70 años de edad, así como en pacientes miopes (40% de los casos), que hayan sufrido traumatismos (10% de los casos) y aquellas personas con antecedentes familiares de desprendimiento de retina. En el 10% de los casos ambos ojos se ven afectados.
Síntomas del desprendimiento de retina
Los síntomas típicos son: visión de destellos o luces, visión borrosa o defectos en el campo visual referidos como una cortina gris o negra por parte del paciente.
Las miodesopsias o moscas volantes se caracterizan por ser objetos transparentes, de formas diversas y móviles que se interponen en el campo visual. Suelen ser múltiples y negras, y pueden ser originadas por células del epitelio pigmentario de la retina liberadas en la cavidad vítrea o por una hemorragia.
Las fotopsias o destellos luminosos suelen ser repetitivas y localizadas sobre un mismo sector del campo visual, pudiendo indicar la presencia de una tracción vitreo-retiniana. Esto puede hacer sospechar sobre la presencia de una rotura retiniana, aunque no siempre aparecen como síntoma previo.
A veces el paciente nota directamente la pérdida completa o parcial de campo visual, refiriéndose a la misma como una cortina negra que va descendiendo y le tapa la visión Este síntoma puede sugerir un desprendimiento de retina.
Si el área de desprendimiento es muy periférica o pequeña es posible que los síntomas sean prácticamente inexistentes.
Cualquiera de estos síntomas debe ponernos en alerta y es motivo de consulta con un profesional de la Oftalmología. En el caso del desgarro retiniano, un tratamiento precoz puede evitar un desprendimiento de retina. Si ya se ha producido, el tiempo de espera hasta la cirugía es un factor de riesgo importante con vistas al pronóstico visual del paciente.
Diagnóstico del desprendimiento de retina
La anamnesis nos aporta una valiosa información, así como una orientación diagnóstica bastante aproximada. Ante cualquiera de los síntomas anteriormente descritos se debe remitir inmediatamente al oftalmólogo, para que realice una exploración ocular completa. Se debe analizar la agudeza visual y explorar el fondo del ojo, con dilatación pupilar completa, mediante oftalmoscopia indirecta con o sin identación escleral.
Clínica
El desprendimiento de retina se puede clasificar de tres modos si atendemos al mecanismo de producción del mismo: regmatógeno, traccional y exudativo.
- Regmatógeno: causado por una rotura o desgarro retiniano que frecuentemente aparece tras un desprendimiento de vítreo posterior. Esto permite el paso de un vítreo licuado hacia el espacio subretiniano, lo que produce la separación de la retina neurosensorial.
- Traccional: causado por las tracciones que producen las membranas o el tejido neoformado. Éstas traccionan la retina y la levantan. La causa principal es la retinopatía diabética proliferativa.
- Exudativo: en este caso la retina no tiene soluciones de continuidad ni tracciones, pero sí hay problemas de permeabilidad vascular debido a patologías oculares o sistémicas o a tumores, lo que produce la acumulación de líquido subretiniano. A diferencia de los tipos anteriores el tratamiento no suele ser quirúrgico, sino el de la patología de base.