Soluciones clínicas para la hiperhidrosis
Los especialistas en Dermatología recomiendan, en primer lugar, probar las soluciones menos invasivas. Si estas no dan resultado posteriormente se debe pasar a los métodos quirúrgicos. Del mismo modo que la medicación oral a largo plazo como anticolinérgicos, bloqueadores beta y el clorhidrato de clonidina, ya que producen efectos secundarios.
Los antitranspirantes para frenar la sudoración es la primera solución recomendada por los expertos. No requieren de receta y cuentan también con la doble función desodorante para reducir el olor. Otra de las soluciones son las inyecciones de Botox, en las cuales se inyectan pequeñas cantidades de la toxina botulínica justo debajo de la piel de las axilas. Esta solución elimina la hiperhidrosis temporalmente (entre 7 y 16 meses), ya que trata directamente las glándulas sudoríparas que son las responsables de la transpiración excesiva. Pasado este tiempo los síntomas vuelven progresivamente y se requiere un seguimiento dermatólogo con nuevas inyecciones.
Algunas clínicas implementan una nueva técnica que consiste en usar un aparato de radio frecuencia de alta tecnología. Durante el tratamiento se utiliza un cabezal descartable que contiene 25 micro agujas que atraviesan la piel en profundidades variables. Su acción térmica produce la destrucción glandular y consiguiendo una disminución de la sudoración. El tratamiento dura 15 minutos, es indoloro y el paciente puede continuar inmediatamente con su activad diaria. Se realiza una vez al mes durante 4 o 6 meses, tiempo en que se calcula una reducción del 70 % de la sudoración.