¿Soy o estoy Hipertensa?

¿Soy o estoy Hipertensa?

Editado por: TOP DOCTORS® el 23/08/2022

Es una enfermedad que no para de crecer. Y desde hace varios años, también está presente en la infancia. La comida industrializada, el sedentarismo y la herencia son algunos de los aspectos a tener en cuenta. Pero hay más. 


 

Desatendida, desconocida, subestimada, silenciosa, riesgosa. En la Argentina, hay más de 7 millones de hipertensos, pero casi la mitad no sabe que la padece. 


Afecta las arterias de todo el cuerpo y multiplica el riesgo de Infarto de miocardio y de ataque cerebrovascular. Las cifras hablan por sí solas: 9 de cada 10 argentinos que sufrieron un ACV tenían Presión Alta persistente. 


Gabriel Lapman, Médico Cardiólogo, Nefrólogo y especialista en Hipertensión Arterial del Sanatorio Modelo de Caseros, asegura que hay que preocuparse y ocuparse. 


¿Qué es? 

Un trastorno en el que los vasos sanguíneos tienen una tensión persistentemente elevada, lo que puede dañarlos. Cada vez que el corazón late, bombea sangre a los vasos, que la llevan a todas las partes del cuerpo. Se relaciona, principalmente, con hábitos de vida poco saludables, como, por ejemplo; comer productos procesados en exceso, consumir gran cantidad de sal, grasas, ser sedentario y tener una vida estresada, entre otros. 

 

¿Cómo se manifiesta? 

Casi nunca tiene síntomas; por eso, se la llama el “asesino silencioso”. Muchas veces, el primero es una complicación como puede ser un Accidente Cerebrovascular (ACV) o un Infarto de miocardio. Es por esa razón que hay que controlar los valores y conocer los mismos. Si está por encima de 140/80 mmHg en varias mediciones, en ambos brazos, durante varios días, se considera Hipertensión. 

 

¿Cuáles son las causas? 

Se pueden dividir en primarias y secundarias. Las primeras (llamadas esenciales) son las más frecuentes y se dan a partir de la conjunción de la genética, el ambiente y los hábitos. Más del 90% de los hipertensos son esenciales. En cuanto a la segunda, es una forma curable. puede ser producto de la Estenosis de Arteria Renal, el feocromocitoma o el hiperaldosteronismo, entre otras causas. Son infrecuentes, pero debe sospecharse en pacientes jóvenes. 

 

¿Aumentaron los casos en Pandemia? 

Sí, se engordó, se tomó, se fumó más, se comió en exceso y eso desencadenó más consultas. El aislamiento llevó a mayores complicaciones cardiovasculares secundarias. 

 

¿Cómo se trata? 

Se puede dividir en dos grupos. Primero, en los cambios en el estilo de vida, alimentación integral basada en plantas, ejercicio diario aeróbico y anaeróbico, reducción del estrés, descanso reparador, conectividad social, propósito de vida y eliminación de hábitos tóxicos. Si con estas pautas no mejora, hay que comenzar con tratamiento farmacológico con vasodilatadores, diuréticos o inhibidores del sistema renina angiotensina aldosterona (un sistema prohipertensivo). 

 

¿Qué daños puede provocar? 

En el riñón, Glomeruloesclerosis. En el ojo, Retinopatía Hipertensiva. En el corazón, Enfermedad Coronaria e Insuficiencia Cardíaca. En el cerebro puede generar Accidentes Cerebrovasculares. En los miembros periféricos, Arteriopatías. Forma parte de un problema continuo, que, de perpetuarse los hábitos tóxicos, crea una punta de iceberg con problemas irreparables. 

 

¿Los controles imprescindibles? 

Realizar consulta con un especialista. Se le hará un examen físico, un electrocardiograma, un ecocardiograma, un estudio de holter de presión arterial de 24 horas si es necesario y se le pedirán estudios de laboratorio. Generalmente, coexiste con otras enfermedades crónicas no transmisibles como la Diabetes, la Enfermedad Renal, la Obesidad, la Dislipemia (colesterol alto). 

 

La sal es uno de los desencadenantes 

Es parte del problema. No solo es la que se agrega, sino la de los aditivos de los alimentos procesados. Comer quesos, embutidos, panificados es muchísimo peor que agregar una pizca a la comida. Por eso, se sugiere la ingesta de alimentos frescos, integrales y provenientes del mundo vegetal, principalmente. 

 

¿Cómo se puede reemplazar? 

Con condimentos o sales especiales. Pero la clave es eliminar los procesados, las bebidas azucaradas y los alimentos inflamatorios, como los embutidos, los snacks, las comidas rápidas, las pizzas, las empanadas y el exceso de café, entre otros. 

 

¿Puede desencadenar un ACV? 

Sí, el accidente cerebrovascular como el infarto agudo de miocardio. Se suma a la aterosclerosis (inflamación de los vasos sanguíneos por depósito de colesterol) subyacente que conlleva las enfermedades crónicas no transmisibles y puede potenciar las complicaciones de esta. Los hábitos nocivos van construyendo en las arterias, a través de la inflamación crónica de bajo grado, es decir, los continuos golpes cotidianos dados al cuerpo con la alimentación, el sedentarismo, el Tabaquismo, entre otros. Esto se denomina el “continuo cardiovascular”, que comienza con el factor de riesgo y finaliza con el evento duro que puede ser el infarto, la diálisis, la enfermedad renal crónica y la insuficiencia cardíaca. Puede darse uno o juntos; lo más frecuente es la conjunción de todos. 


¿Los síntomas suelen confundirse con la Menopausia o el Estrés? 

No siempre. Rara vez da síntomas; por eso, hay que conocer sus valores. Lo que es muy importante es que las mujeres cuando entran en esa etapa igualan el riesgo con el hombre y, por lo tanto, se detectan más casos. El estrés muchas veces desencadena el cuadro. Por ello, se recomienda relajación, meditación o mindfulness. 

 

Y en los hombres, ¿puede afectar la vida sexual? 

Sí. Toda enfermedad que afecte las arterias como la Presión Alta, la Diabetes, la Obesidad, la Dislipidemia, el Tabaquismo o el Estrés puede acarrear Disfunción Eréctil

 

¿Los consejos para cuidarnos? 

Conocer tus números, realizar chequeos médicos, eliminar hábitos tóxicos (tabaco, alcohol y drogas), bajar el Estrés, hacer al menos 150 minutos de ejercicio aeróbico por semana y dos veces de fuerza. Y mantener una buena conectividad social y sentido de vida. Comer más vegetales, legumbres, granos enteros, frutas y verduras. De esta manera, se le da al cuerpo la oportunidad no solo de tratarla, sino también de revertirla. 

Cardiología en Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA)