Tabaco: causa principal del enfisema pulmonar
El enfisema pulmonar es un tipo de EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) que produce destrucción pulmonar progresiva e irreversible. Su causa es, principalmente, el tabaco. La intensidad del enfisema tiene relación con el número de cigarrillos que se consume y el número de años que la persona lleva fumando. Desde la Neumología estudiamos e intentamos poner solución a este tipo de problemas frecuentes.
Qué es el enfisema pulmonar
El enfisema produce un deterioro lento y progresivo de la función pulmonar. El aire queda atrapado en el pulmón y no puede salir, los alveolos se dilatan y se destruyen, otras áreas pulmonares son comprimidas por la dilatación y dejan de funcionar. El pulmón pierde su elasticidad, se hace menos distensible, es como un globo lleno de aire. Además, el movimiento de los músculos respiratorios también se limita por la distensión, hecho que dificulta la respiración.
En grados más severos lleva al paciente a una seria incapacidad que le impide realizar las actividades básicas de la vida cotidiana. El paciente siente falta de aliento, incluso cuando está en reposo, y con frecuencia precisan de oxigeno portátil para poder salir de su domicilio.
Enfisema pulmonar: tipos de tratamiento
La utilidad del tratamiento para el enfisema pulmonar es limitada. Las opciones terapéuticas pasan obligatoriamente por dejar de fumar, hacer fisioterapia respiratoria y el uso de oxigenoterpia durante la práctica de ejercicio, si se precisa. Éstas son las medidas que ayudan a mejorar la calidad de vida del paciente con enfisema grave. Por lo que respecta a los medicamentos, los broncodilatadores, no producen un alivio muy significativo. En estos casos, la mejor opción terapéutica es el trasplante pulmonar, siempre y cuando cumplan una serie de criterios y encuentren un donante.
Otra alternativa es la cirugía de reducción de volumen, es invasiva, costosa y con alta mortalidad. Los nuevos retos del tratamiento del enfisema se centran en realizar la reducción de volumen por técnica endoscópica, para ello se han desarrollado diversas técnicas: espuma selladora, válvulas y coil.
La espuma selladora bloquea la llegada de aire a la zona distal enferma, la vía aérea se colapsa, el pulmón pierde volumen, se descomprime y el paciente respira mejor. El inconveniente de esta técnica ha sido que en algunos pacientes ha producido efectos secundarios graves, por lo que su uso no se ha extendido.
Las válvulas bloquean de forma mecánica el bronquio permitiendo que el aire salga y no entre, lo que induce la reducción de volumen. En muchos pacientes los bronquios distales de la zona donde se coloca la válvula tiene ventilación colateral, es decir, le llega el aire por una vía accesoria, y la reducción de volumen no se produce. En estos casos tenemos que identificar previamente a su colocación qué pacientes se benefician de las válvulas.
Por último disponemos de los coils, bobinas hechas con material de memoria llamado Nitinol. Estos alambres (ver figura) se colocan a través de un equipo de videofibrobroncoscopia. Una vez colocados, se retraen y recuperan su forma original, descomprimen al pulmón colapsado, repermeabilizan la vía aérea, el pulmón mejora su distensibilidad, disminuye la hiperinsuflación, acción que permite disminuir la asfixia del paciente, y aumenta de una forma significativa su capacidad de ejercicio.
Todas estas técnicas son intervenciones mínimamente invasivas que se realizan con sedación y con un fibrobroncoscopio, lo que permite que el paciente pueda volver al domicilio en un plazo máximo 24 horas. Si los pacientes son bien seleccionados, su mejoría en la calidad de vida es muy significativa. Para ello deben ser tratados los dos pulmones en un plazo de entre 45-60 días. En estos casos se suelen colocar 10-12 coils por pulmón en lóbulos superiores y 12-14 en inferiores. Actualmente, existen más de 4.000 pacientes tratados con coils en el mundo. El precio del tratamiento varía en función del número de coils o de válvulas que se colocan.